Primer día de deliberaciones del jurado que juzga el crimen de la peregrina de León, sin llegar a un veredicto. Los nueve miembros del jurado, más los dos suplentes -en su mayor parte mujeres-, se reunieron poco después del mediodía de ayer tras recibir las veintiuna preguntas que les trasladó el presidente del tribunal, Carlos Álvarez, y que deberán responder como base de su veredicto. El caso ha tenido la suficiente repercusión -la complicación del mismo quizá sea otra cosa- como para que el jurado se tome todo el tiempo del mundo. Hay quien especula con que ni siquiera hoy, miércoles, podría alcanzar una decisión.

Ayer por la mañana, el magistrado presidente dio una serie de explicaciones a los nueve miembros del jurado, y tras una breve pausa comenzaron sus deliberaciones en la sede de la Audiencia Provincial de León. El jurado deberá emitir un veredicto sobre la base de declarar "probados o no probados" los hechos justiciables que serán objeto del mismo, además de proclamar la "culpabilidad o no culpabilidad" del acusado.

En el banquillo de los acusados se sienta Miguel Ángel Muñoz Blas, de 41 años, que inicialmente reconoció que había matado a la peregrina ante la jueza de Astorga (León) que instruyó el caso, pero posteriormente cambió su versión y ahora afirma que se lo inventó al sentirse presionado por la Policía cuando fue detenido el 11 de septiembre de 2015 en Grandas de Salime, en un operativo de película que se desencadenó después de que el hoy acusado utilizase una de las tarjetas de Denise Pikka Thiem.

La Fiscalía mantuvo anteayer lunes su petición inicial de 25 años de prisión para Muñoz Blas, mientras que la acusación particular elevó su solicitud de condena de 24 a 27 años. La defensa pidió la nulidad de las actuaciones y la libre absolución.