Treinta y nueve personas han resultado afectadas, tres de ellas con heridas graves, por el incendio con explosiones que se ha declarado poco antes del mediodía en una nave de reciclaje de residuos industriales de Arganda del Rey (Madrid) y que ha sido controlado casi ocho horas después.

El incendio se ha producido a las 11.47 horas en la empresa Requimsa, dedicada a la gestión de residuos peligrosos y tratamiento y recuperación de disolventes, situada en la calle Vereda de las Yeguas, en el polígono industrial del barrio de La Poveda, por causas que aún se han de investigar.

Se han registrado varias explosiones, alguna de ellas de gran potencia, hasta el punto de que su onda expansiva ha causado serios daños en cuatro naves cercanas, ha roto ventanas en un instituto situado a 900 metros y se ha sentido en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que dista 30 kilómetros de la zona.

Poco después, se ha cerrado el polígono, se ha desalojado la zona en 500 metros a la redonda y se han evacuado el centro de salud y los cinco centros educativos próximos: los institutos José Saramago y La Poveda, los colegios públicos Federico García Lorca y Antonio Machado, y la escuela infantil Pinceladas.

Se trata de la segunda vez en menos de cuatro años en la que la misma nave se incendia. Pero, a diferencia de lo ocurrido en junio de 2013, en este caso hay heridos de gravedad, en concreto, dos trabajadores de la empresa y una empleada de una fábrica aledaña.

Los primeros son un hombre de 42 años con quemaduras en el 18% de su cuerpo, trasladado al hospital de La Paz, y otro de 37 años, con quemaduras en el 30% de su cuerpo (sobre todo en la espalda, sin afectar a la vía aérea) y trasladado al hospital de Getafe.

La mujer, de 22 años, presenta una fractura de pelvis a causa de una caída tras una de las explosiones y se encuentra en el hospital del Sureste.

Otras diez personas han sido derivadas a distintos hospitales, pero con carácter leve; otras dos han recibido el alta en el lugar y veinte más se han ido acercando poco a poco al hospital por sus propios medios, todos con dolencias leves.

Columna de humo

Desde prácticamente todo Madrid e incluso desde Toledo se ha visto durante horas una intensa columna de humo negro, si bien ni las estaciones de medición de calidad del aire fijas de Arganda, Rivas y Torrejón ni las unidades móviles desplazadas hasta el polígono por la Comunidad y la Unidad Militar de Emergencias han detectado datos anormales.

Por ello, aunque se evalúa la composición de la nube tóxica, de momento no ha sido necesario adoptar medidas de protección a la población de carácter extraordinario. Puede haber sido clave para ello que el humo se haya desplazado en vertical, lo que facilita su dispersión, y no se haya quedado estancado en capas bajas.

En cualquier caso, Joan Grimalt, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, ha advertido de que el humo provocado por la quema de ese tipo de residuos es "muy dañino" para la salud y puede contener compuestos cancerígenos.

Han trabajado en sofocar el fuego hasta trece dotaciones de bomberos (once de la Comunidad y dos del Ayuntamiento de Madrid), con unos ochenta efectivos desplegados, además de las once unidades de sanitarios del Summa 112 desplazadas al lugar, un helicóptero de coordinación y -de forma preventiva- una unidad NBQ (especialista en sustancias químicas).

También se han tenido que cortar hasta las 15.30 horas dos carreteras regionales: la M-300, entre el kilómetro 1 y el 3 en Arganda del Rey, y la M-208 a su paso por el municipio de Velilla de San Antonio.

La Comunidad de Madrid ha activado el nivel 1 del Plan Territorial (PLATERCAM) por la toxicidad de los productos manejados por la empresa y ha convocado al correspondiente gabinete de crisis, con presencia de los gobiernos central y regional, los servicios de emergencia y la Agencia Estatal de Meteorología.

Poco antes de las 19:30 horas, se ha dado por controlado el incendio y se ha rebajado el nivel de alerta a 0.

Los bomberos seguirán trabajando en las próximas horas en la extinción del fuego, removiendo el material e impidiendo que se aviven las llamas. De momento, la zona ha sido perimetrada con espuma.

La nave se quemó en 2013

El Canal de Isabel II también ha tomado medidas ante un posible vertido tóxico a la depuradora de la zona de La Poveda y ha derivado el caudal a una balsa de laminación para depurar las aguas poco a poco y evitar el colapso de la depuradora.

La empresa Requimsa contaba con los permisos preceptivos para desarrollar su actividad desde 2015 y "cumplía todas las estipulaciones", según ha asegurado el consejero madrileño de Medio Ambiente, Jaime González Taboada.

La nave se quemó en junio de 2013 en un incendio que la Guardia Civil consideró "fortuito" y dos años después volvió a la normalidad.