"Dame todo el dinero o te pego un tiro". Sin medias tintas. Así irrumpió un ladrón, a punta de pistola, la pasada noche del lunes en la gasolinera de La Cruz de Grado, de donde se llevó la recaudación del día, en concreto 470 euros de la caja, ante el pánico del veterano empleado Luis García y un cliente, conocido como Óscar "El Peluquero". La Guardia Civil se encuentra investigando el caso y para ello están revisando las cámaras de seguridad de la zona. Asimismo el dueño de la gasolinera, José Luis García Martínez, señaló ayer que aumentará las medidas de seguridad "porque gracias que no pasó nada, si no se lleva un trallazo".

Todo ocurrió pasadas las diez de la noche. El empleado se encontraba dentro de la tienda con el vecino de Grado cuando entró el caco con la cabeza tapada por un pasamontañas y pistola en mano. Rápidamente accedió al interior, donde se encuentra la caja registradora, y encañonó a García por la nuca, momento en el que le exigió el dinero bajo la amenaza de darle un tiro. "Es una cosa que no piensas porque en treinta años era la primera vez que me pasaba, te asusta", señala el trabajador. Sin pensarlo dos veces le entregó la recaudación, que el ladrón "metió e una bolsina de tela" y salió corriendo en dirección a La Podada sin que nadie pudiera detenerle pese a los gritos de algunos vecinos que advirtieron la escena.

"El problema era el paisano que estaba a mi vera, que está mal del corazón y no reaccionaba, se quedó en shock y no reaccionaba, me dijo que sólo veía la pistola para arriba y para abajo", recuerda García. Además, sospechan que el caco entró primero a los baños de la gasolinera para cubrirse el rostro e impedir su identificación. Es ahí donde trabajan los agentes para dar con la identidad del caco después de que el dueño de la gasolinera interpusiese ayer una denuncia en el cuartel moscón.

José Luis García Martínez se prepara ahora para mejorar las medidas de seguridad de la gasolinera con cámaras y evitar así nuevos robos como el sufrido el pasado lunes que "fue poco pero después viene lo mucho como se acostumbren". El dueño del negocio celebró ayer que no hubiese pasado nada a su empleado ni al cliente dada la peligrosidad del incidente, con una pistola de por medio.