"Antes de morir, mi tío dijo que deseaba que yo dispusiera del dinero como yo quisiera. Cuidé a su viuda, mi tía, y mantuve todos sus gastos. Yo era el sobrino más querido", aseguró ayer, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, el ovetense F. M. B., un conocido fotógrafo -y no farmacéutico, como trascendió ayer- para quien la fiscal mantiene una petición de cinco años de prisión por robarle 207.000 euros a su tía de 93 años. La mujer no declaró en el juicio celebrado ayer, en el que la acusación particular solicita seis años de prisión. La mujer ha sido incapacitada debido a su precario estado físico y mental y ahora está bajo la custodia de otra sobrina residente en el País Vasco, la denunciante de los hechos.

El acusado y su mujer, enfermera, aseguran haber cuidado de su tío en los últimos años. También de su tía desde que enviudó. El matrimonio no tenía hijos, pero según el acusado, él los cuidaba como si fuesen sus padres. Eso hizo que en 2011 el hombre resultase único beneficiario de la herencia. También le dieron verbalmente un poder de disposición plena sobre las cuentas. El acusado dijo que cuando su tía declaró en Baracaldo, aunque dijo que le faltaba dinero, también manifestó que no quería llevar a juicio a su sobrino.

"Una cosa es tener un poder de disposición y otra hacerse con el patrimonio de su tía aprovechando la confianza", adujo la fiscal. La denunciante de los hechos, sobrina de la víctima -cuyos intereses defiende el abogado Teófilo Asensio-, asegura que el acusado y su mujer aparecieron en los últimos años y envolvieron a la pareja de ancianos. "No era la primera vez que lo hacían", aseguró la tutora de la anciana, a la que, según dice, le han quedado apenas 30.000 euros.