Las dramáticas historias de algunas de las víctimas del incendio que arrasó la torre de viviendas de Londres y dejó al menos 30 fallecidos, han empezado ya a conocerse y emocionan en las redes sociales. Aún permanecen desaparecidas decenas de personas a las que amigos y familiares buscan por los hospitales londinenses. Y aunque muchas de las historias son de dolor, hay algunas de esperanza. Las hermanas Tazmin y Malek Bekaldi, por ejemplo, de 6 y 8 años, fueron halladas en un hospital después de que sus familiares las buscasen desesperados. Habían sido rescatadas del piso 20. No obstante, una de ellas está en coma.

La primera víctima cuya identidad fue divulgada es un refugiado sirio de 23 años, llamado Mohamed Alhajali. Había conseguido escapar de los bombardeos en su ciudad natal de Daraa. Hace tres años llegó a la capital británica para estudiar ingenieria. Según relató su hermano mayor, Omar, de 25 años, estudiante de Empresariales y que logró sobrevivir al fuego, ambos intentaron escapar pero Mohamed no lo logró. "Me estoy muriendo, no puedo respirar". Esas fueron sus últimas palabras, señaló Omar. Su hermano le pidió también: "Dile a nuestros padres que me perdonen". Incluso grabó un mensaje de voz por WhatsApp para sus progenitores.

Otra de las dramáticas historias es la de la pareja de italianos Gloria Trevisan y Marco Gottardi, que pudieron incluso despedirse de sus familias: "Gracias, mamá, por todo que has hecho por mí", dijo Trevisan. En un principio, Marco Gottardi trató de calmar a su familia de madrugada. Primero les dijo que no se preocupasen, que todo estaba controlado. Pero posteriormente confesó que el humo se estaba elevando y las llamas subían por las escaleras. "Papá, aquí hay tanto humo...", le dijo Gottardi a su padre, según explicó su progenitor a los medios de comunicación italianos. "Estuvimos en el teléfono hasta el último momento ... A las 4.07 am nos dijo que su apartamento estaba inundado de humo y que la situación se había convertido en una emergencia", aseguró el padre. Ya no hubo más respuestas en el teléfono. Ambos novios italianos, de 27 años, habían llegado a Londres hacía tan solo tres meses con el objetivo de encontrar trabajo. En sus cuentas de redes sociales mostraban orgullosos las vistas desde su piso 23 de la torre que acabó siendo un infierno.