Dos personas, un hombre de 35 años y una mujer de 23, fueron detenidos en Oviedo por obligar, supuestamente, a mujeres jóvenes a realizar prácticas sexuales en un centro de masajes eróticos situado en la capital del Principado y en Santiago de Compostela. Dos de las presuntas víctimas negaron ayer que practicaran la prostitución y que estuvieran obligadas por los arrestados.

La investigación se inició el pasado mayo en Santiago de Compostela, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 y bautizada como "operación Casia". Los agentes del Grupo operativo de extranjeros de la brigada local de extranjería tuvieron conocimiento de que "unas mujeres estaban siendo obligadas a prestar servicios de carácter sexual en supuestos centros de masajes", según consta en un comunicado de la Policía Nacional.

Los agentes descubrieron en el transcurso de la investigación que los responsables del negocio "captaban a mujeres jóvenes en páginas de anuncios, les hacían una entrevista y las contrataban sin que fuera necesario que tuvieran formación o experiencia previa". Entonces, "les hacían firmar un contrato de confidencialidad y les obligaban a guardar secreto de los trabajos que realizaban en la empresa".

La Policía añade en el mismo comunicado que entre esos masajes estaba comprendido, "en la mayoría de los casos, el denominado 'final feliz' siendo obligadas a ampliar a otro tipo de prácticas sexuales si así lo decidían los propietarios". Y añaden que "si no aceptaban, les insinuaban que serían despedidas y no cobrarían, ni recibirían indemnización alguna si decidían marcharse".

Tras varias semanas de investigación, los agentes identificaron a los presuntos responsables de los negocios de Santiago de Compostela y de Oviedo, ciudad en la que les detuvieron. También se registraron los centros de masajes, en los que se hallaron numerosas cámaras con tecnología infrarroja para grabar incluso en condiciones de escasa luminosidad, y micrófonos ocultos en todas las estancias.

Los agentes incautaron además numerosa documentación, ordenadores portátiles, unos 5.200 euros en metálico y elementos electrónicos de grabación de imagen y sonido.

Dos mujeres que se identificaron como trabajadoras en el centro de Oviedo, y que exigieron anonimato, explicaron a este periódico que no ejercían la prostitución y que estaban por propia voluntad y no coaccionadas ni obligadas. "Esto es un centro de masajes eróticos con terminación manual. Aquí nadie se prostituye y no hay amenazas. Si no quieres trabajar, te vas", aseveró una de ellas.

Algunos vecinos del entorno del edificio donde se ubica el centro de masajes en Oviedo indicaron que las actividades que se realizaban en él eran "más o menos conocidas". Uno de ellos incluso afirmó que "por seguridad, la comunidad del edificio decidió instalar una cámara de vigilancia en el portal, porque entraba y salía mucha gente desconocida".

Otros residentes aseguraron, sin embargo, que desconocían por completo que en el piso se pudiera realizar más actividad que la de dar masajes. "No habíamos oído ruidos ni visto cosas extrañas", afirmó una vecina.

Las dos personas que regentaban el negocio fueron detenidas por presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores, relativos a la prostitución, y contra la intimidad y la propia imagen. Ambos están en libertad, según confirmaron ayer.