Un guardia civil de 44 años, Marcelino González Candanedo, casado y con una hija, destinado en el destacamento de Tráfico de Mieres, falleció ayer en el acto, apenas unos minutos antes de las cinco de la tarde, en un accidente de tráfico que tuvo lugar en la carretera AS-246, en la zona del alto de la Madera. El siniestro se produjo en los límites del concejo de Siero, en la carretera antigua que comunica Gijón y Langreo.

Al parecer, y según las primeras investigaciones realizadas por los compañeros del fallecido, el motorista de la Benemérita colisionó a la altura del kilómetro 15 de la citada carretera con un coche marca Audi que se incorporaba a la vía por la que circulaba el agente. Los primeros datos, aún pendientes de completar la investigación, apuntan a que el conductor del automóvil no habría respetado la obligación de ceder el paso, según indicaron las fuentes consultadas.

Marcelino González, nacido en Colloto y destinado desde hace una década en el destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Mieres, se encontraba en el momento del accidente fuera de servicio y disfrutando de su tiempo libre.

Según explicaron algunos de sus compañeros, que aseguraron estar "destrozados", el agente de Tráfico era muy aficionado a las motos. Ayer había trabajado en el turno de la mañana y por la tarde decidió salir a dar una vuelta con su moto particular, como hacía tantas veces.

"Era una gran persona, de lo mejor que había en el cuartel", aseguraba profundamente consternado un compañero del guardia civil fallecido.

La noticia de la muerte de Marcelino González Candanedo se extendió rápidamente entre los agentes de la Benemérita destinados en la región. "Es un jarro de agua fría", aseguraba ayer otro compañero. "Además, era muy joven", se lamentaba otro funcionario de la Guardia Civil de Asturias. "Parece increíble", repetía otro.