Cinco personas resultaron ayer heridas, dos de ellas de gravedad, por un desconocido en la localidad suiza de Schaffhouse (cerca de la frontera con Alemania) que entró en un centro de oficinas con una motosierra y las agredió. El atacante permanecía desaparecido al cierre de esta edición.

Según explicó el fiscal encargado de la investigación, Peter Sticher, el agresor, de 51 años, es una persona conocida por las fuerzas de seguridad por posesión ilegal de armas. Le calificó como alguien "peligroso" y remarcó que seguramente no solo disponga de la motosierra con la que agredió a sus víctimas, sino también de otras armas, al tiempo que lo definió como un "marginal" que pasaba la mayor parte de su tiempo en el bosque.

Aparentemente, el hombre tenía como objetivo agredir a los empleados del seguro médico privado CSS, y lo logró con dos de ellos, que resultaron gravemente heridos. Las otras tres personas fueron agredidas antes o después del ataque a las oficinas de CSS, que se produjo sobre las diez y media de la mañana. Las primeras alarmas saltaron unos minutos antes de las once menos veinte.

El hombre huyó con un vehículo que después abandonó, mientras que las fuerzas del orden, que desplegaron amplios efectivos, acordonaron gran parte de la ciudad vieja de la ciudad en busca del sospechoso y pidieron a los ciudadanos que no se acercasen a la zona.

Varias ambulancias se desplazaron al lugar de los hechos e incluso intervino un helicóptero medicalizado.

En un primer momento se mantuvieron abiertas todas las hipótesis, pero a mediodía la policía suiza descartó que la agresión fuera un ataque terrorista.

A última hora de ayer, al cierre de esta edición, el agresor continuaba en paradero desconocido y era buscado intensamente tanto por la Policía cantonal (estatal) de Schaffhausen, como las de los cantones vecinos de Zurich y Thurgovie. Además, los agentes suizos contaron desde un primer momento con la ayuda de la policía alemana, ya que Schaffhausen se encuentra en la frontera suizo-germana y se pretendía evitar por todos los medios que el perseguido pusiera pasar la frontera.