Los vecinos de la barriada de Pumarabule, en Carbayín Bajo, se llevaron hoy un gran susto por el vuelco de un camión de reparto de butano que se precipitó desde una altura de unos cuatro metros al suelo. Por suerte, no hubo heridos. Solo daños materiales. El camión estaba estacionado para el reparto en una vivienda situada al otro lado de la carretera que flanquea la parte alta de la barriada, y el conductor no estaba en su interior en ese momento.

Un fallo con el freno de mano hizo que el vehículo se precipitase a toda velocidad hacia abajo -ya que la calzada tenía una pendiente pronunciada - cruzase la carretera y colisionase contra una valla y una farola que delimitaban la barriada por esa parte. El camión tiró abajo tanto la protección como la farola y cayó volcado, completamente boca abajo, junto a la acera del bloque número once de la barriada.

Por suerte, en ese momento no había nadie en la parte baja. "Menos mal que no pasó nada;_porque es muy habitual que estén críos jugando por esa zona", señalaba un vecino, que relató que estaba en casa cuando oyó "un estruendo muy grande" que le dio "un susto tremendo" e hizo que se pusiera en lo peor. Al igual que él, todos los vecinos de la barriada respiraron aliviados al comprobar que no había habido ningún daño personal.

El camión de reparto llevaba en aquel momento unas setenta bombonas de gas butano, de las que algo más de la mitad iban vacías. La mayoría se precipitaron al suelo y fueron retiradas de inmediato. Sin embargo, algunas quedaron atrapadas bajo el camión. Esto hizo, dado el potencial peligro del gas, que acudieran efectivos de Bomberos de Asturias, alertados a través del 112 por los vecinos, para levantar el camión y minimizar el peligro.

Los bomberos utilizaron medios hidráulicos para levantar la cabina del camión que había quedado boca abajo y con bombonas de butano atrapadas debajo, que fueron retiradas. Antes de actuar, los efectivos acordonaron un perímetro alrededor del camión para garantizar la seguridad. El vehículo fuer retirado posteriormente con una grúa. Aunque los daños materiales fueron considerables y el contratiempo, también, los vecinos celebraron que se diera la circunstancia de que nadie resultase afectado. Porque no solo los viandantes de la barriada pudieron haber sufrido daños sino también cualquier conductor que hubiera pasado con su vehículo por la carretera. Un choque con un camión de ese tonelaje habría sido muy dañino. Por suerte, todo se quedó en un gran susto y la barriada de Pumarabule recuperó la normalidad en unas pocas horas.