La Guardia Civil ha tomado manifestación como investigado a J.C.C.B., de 36 años y vecino de Ribadesella, como supuesto autor de un delito de maltrato animal. El pasado 24 de julio, el Seprona de la Guardia Civil de Panes,acudía a la explotación ganadera de la que es propietario el investigado tras la voz de alarma dada por los vecinos que llevaban varios días oyendo a los animales mugir insistentemente.

En la explotación ganadera situada en el entorno rural de Ribadesella había un total de 29 vacas, incluidos algunos terneros, en un estado de delgadez acusada, además de una perra con tres cachorros, en similares condiciones que el ganado. Además de la falta de alimento, los animales se hallaban rodeados por una gran cantidad acumulada de estiércol, lo que unido a la falta de ventilación hacía que el ambiente fuera irrespirable debido a los gases acumulados en el interior, que también se hallaba sin iluminación alguna.

Según ha informado la Guardia Civil, durante su inspección los agentes observaron a siete reses al aire libre, en un cierre provisto de techumbre, desprovistos de alimento alguno y en un estado de extrema delgadez y junto a éste se hallaba la nave donde estaban el resto de animales que mugían insistentemente.

Tras localizar al propietario investigado, la Guardia Civil pudo acceder a la nave y comprobar las malas condiciones de los animales. Los agentes requirieron a los servicios veterinarios de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado para verificar y certificar el estado de los animales,y tras recibir el acta de la inspección, que corroboraba lo observado por los agentes, se tomó declaración al ganadero. Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas de Onís.