El conductor del camión accidentado en Cádiz el pasado sábado de madrugada no se acuerda de lo que sucedió. A. G. A., de 55 años y vecino de Castañera (Cudillero), resultó herido leve en un siniestro en el que perdió la vida su compañero, que iba de acompañante, Manuel Ángel López Rodríguez. De momento, no hay nada concluyente sobre lo ocurrido en la rotonda de El Puerto de Santa María, a la espera de un informe completo de la Guardia Civil de Tráfico. Sí se sabe que A. G. A. es un experimentado conductor, que ha trabajado toda la vida en el transporte de mercancías.

El vecino de Oviñana que viajaba en el asiento del acompañante falleció en el acto. Manuel Ángel López Rodríguez, de 61 años y con dos hijos, era una persona muy querida en su Oviñana natal. Hoy por la tarde, el pueblo despedirá al que fue un "vecino ejemplar" en la iglesia de la parroquia donde creció, San Roque. "Es una pena muy grande", indicó ayer uno de los vecinos con el que el fallecido solía tomar el café de la mañana, siempre que el trabajo lo permitía.

Manuel Ángel López Rodríguez tenía previsto hacer la ruta que le lleva todas la semanas a Mercamadrid, pero por decisiones de última hora se embarcó con destino a Portugal. Cuando se dirigía a Sevilla con su compañero de la empresa Mariscos Oviñana, el último perdió el control del vehículo y no tomó una glorieta que se encuentra en la carretera nacional IV a la altura de El Puerto de Santa María (Cádiz).

Eran las dos de madrugada. El vehículo pesado se empotró contra una valla y la ornamentación de la rotonda. Según fuentes cercanas al caso, salió despedido de la cabina y el golpe fue mortal. El compañero del fallecido y conductor con camión pudo salir por su propio pie. Fue atendido por contusiones en la cara y su pronóstico se consideró en un primer momento leve.

Parte de la familia del fallecido se desplazó a Cádiz para conocer de cerca las circunstancias del suceso. El hombre vivía con su madre en Oviñana. Decidió volver a su pueblo natal tras separarse de su exmujer, que se vive en Madrid con los dos hijos del matrimonio.

A raíz de este suceso, muchos vecinos de Cudillero se acordaron de otro accidente de tráfico que dejó dos muertos en agosto de 2000. En este caso, el conductor y el copiloto trabajaban para la cetárea El Rinconín, cuya plantilla tiene a varios empleados de Cudillero. Los fallecidos viajaban con diez toneladas de maridos desde Inglaterra a Gijón. Por causas que se desconocen el conductor perdió el control del camión a la altura de Ribadesella, en la carretera nacional. El suceso también tuvo lugar de madrugada, a la una y media.