El leonés Jorge Cerezal Flórez, de 46 años, tenía hace unos años una agencia de publicidad abierta en Oviedo, concretamente en la calle Palacio Valdés. En los primeros años de la pasada década, se dedicó a buscar inversiones para la elaboración de cuñas publicitarias en algunos de los programas más potentes de la época, como "Los Serrano", o para revistas como el "Hola". Se presentaba como productor ejecutivo de spots publicitarios, muy bien situado en las cadenas de televisión madrileñas. Se movía muy bien en los mejores ambientes de Gijón y de la capital.

Las inversiones, que fueron en algunos casos de hasta 100.000 euros, iban a tener unos beneficios inusualmente altos, hasta del 40 por ciento, una panacea. El problema es que empezaron a llegar los vencimientos y también los impagos. Ante el riesgo de que le terminasen acusando de estafa, Cerezal puso tierra de por medio.

Así estuvo unos diez años. Cuando creyó que todos los asuntos que tenía pendientes habían prescrito, regresó a España, pero le detuvieron en el Aeropuerto de Barajas, nada más pisar tierra. Al parecer, se había equivocado por dos meses en lo de la prescripción. A principios de mes, la sección tercera de la Audiencia Provincial le condenó a cuatro años de cárcel por estafar la friolera de 211.000 euros a dos individuos, uno de ellos el encargado de mantenimiento del edificio en el que el estafador tenía la oficina.

Pero la cosa no queda ahí, porque Jorge Cerezal tiene el próximo día 12 otro juicio en la sección tercera de la Audiencia Provincial, también por estafa, pero aún más abultada. En este caso son 18 las víctimas, varias de ellas asturianas, y el resto leonesas, sobre todo de la localidad de Boñar. Las cantidades presuntamente estafadas ascienden a 445.000 euros. El ministerio público pide una condena de seis años de prisión, así como el pago de una multa 7.200 euros. Las acusaciones particulares, a cargo de los letrados asturianos José Ramón Nistal y Alberto Suárez, solicitan la misma pena de prisión, aunque multas superiores, de hasta 36.000 euros.

El letrado del acusado, el leonés Enrique Arce Mainzhausen, ha solicitado que se anule este juicio, porque a su entender Cerezal ya ha sido juzgado por los mismos hechos que se le imputan ahora. El tribunal decidirá si esto es así o se celebra el juicio, que tendrá varias sesiones. De tener lugar el juicio, volverá a aducir que los supuestos delitos de los que le acusan están prescritos. El dinero, por otro lado, ha volado.