Una mujer japonesa de 33 años murió congelada en el cuarto en el que sus padres la mantenían encerrada desde hacía más de 15. La víctima se encontraba en un estado de malnutrición extrema, con 19 kilos de peso para sus 1,45 metros de altura. Los padres encerraron a su hija porque "padecía una enfermedad mental que le hacía ser violenta" y le daban alimento sólo una vez al día.