La Guardia Civil de Alicante detuvo en Asturias a dos hermanos de 37 y 41 años investigados por vender hasta en seis ocasiones una escopeta que ni siquiera tenían. La estafa les habría reportado unos 14.000 euros, entregados por las seis víctimas a las que embaucaron con documentos falsificados. Los dos detenidos utilizaban datos de particulares para ofertar el arma y cobraron el dinero a través de una cuenta bancaria a nombre de una persona fallecida.

La investigación arrancó cuando una de las víctimas, un hombre de 28 años, acudió a la Guardia Civil de Novelda (Alicante) para denunciar que le habían estafado 2.300 euros por la compra de una escopeta a través de internet. Al principio parecía una estafa al uso en la que el comprador envía el dinero al vendedor antes de recibir el producto, pero esta vez el interesado no mandó el dinero mientras que no tuvo toda la documentación a su nombre. A pesar de eso, no recibió su escopeta.

Tras las pesquisas, los agentes comprobaron que tanto la documentación del arma como la del vendedor estaban falsificadas, mientras que la cuenta bancaria era real y estaba implicada en otras estafas similares por varios puntos de España.

El autor fue finalmente identificado cuando la Guardia Civil descubrió que el DNI relacionado con la cuenta bancaria pertenecía a una persona fallecida, si bien la foto era la del sospechoso, que tenía antecedentes por delitos similares.

Detrás de las estafas había dos hermanos asturianos. Con el DNI falsificado en la mano, uno se personó en un banco y abrió la cuenta donde recibirían el dinero de los estafados. Una vez confirmada su identidad, los efectivos de Novelda se desplazaron a la localidad de Asturias donde residían para registrar su domicilio.

Allí encontraron útiles para falsificar documentación, documentos de terceras personas que no tenían que ver con ellos, supuestamente para falsificarlos, y dos sellos-tampones también falsificados de un Juzgado de la zona. Los documentos falsificados son un DNI y varios documentos personales y de armas. De momento, la Guardia Civil ha contabilizado seis víctimas, que habrían depositado entre 1.500 y 2.300 euros cada uno. Los arrestados pasaron a disposición del juez y quedaron en libertad con cargos.