Julio Araújo, expareja de Sonia Iglesias, desaparecida desde el 18 de agosto de 2010, cuando tenía 42 años, en el centro de Pontevedra, ha sido imputado por homicidio tras reabrirse el caso.

El hombre, que también es el padre del hijo de la desaparecida, llegó este martes a declarar en calidad de investigado por detención ilegal a la comisaría de Pontevedra, después del intenso registro de doce horas que las fuerzas de seguridad realizaron este lunes en una finca familiar próxima al cementerio de San Mauro, en la ciudad del Lérez. Este miércoles los agentes volvían a la misma parcela para continuar peinando el terreno, donde se ubica una casona, una fosa séptica y un pozo.

El que fuera pareja de la joven desaparecida y principal sospechoso salió del juzgado tras prestar declaración durante una hora, momento en el que su hermano, que también fue requerido en calidad de investigado, entrara en el edificio junto a su abogado.

El letrado Jesús Santaló explicó que la pareja de Sonia Iglesias se acogió a su derecho a no declarar. Estas mismas fuentes han apuntado que, tras ser citados por la mañana en comisaría, ambos fueron requeridos ya como investigados para prestar declaración.

Jesús Santaló, abogado de Julio Araújo, declaró ante los medios: "Vamos a ver cómo se desenvuelve la comparecencia y después tomaremos una decisión a la hora de prestar o no declaración". El letrado se mostró "un poco sorprendido" por esta investigación.

Santaló confirmó que Araújo acudió en calidad de investigado por detención ilegal, el mismo cargo que en su día. "Esto es un poco precipitado", consideró.

El comisario de Pontevedra, Manuel Bouzas, ha apuntado que "no hay nadie detenido". "No puedo hacer declaraciones, la cosa está muy complicada", ha añadido. También este martes la Policía llevó a los juzgados de A Parda los indicios obtenidos ayer durante el registro en la casa de San Mauro.

La toma de declaraciones a Julio Araújo y a su hermano como investigados se enmarcan dentro de la reapertura del caso, algo que trascendió este lunes tras conocerse que la Policía estaba peinando la vivienda en la que Julio Araújo, Sonia Iglesias y su hijo en común habían convivido durante algún tiempo.

En todo caso, el mutismo es prácticamente absoluto tanto entre los agentes de la Policía Nacional como la Fiscalía y también el juzgado. Desde el Tribunal Superior de Justicia se informó este lunes de que la magistrada titular del juzgado de instrucción tres que lleva el caso advertía de que no se iba a trasladar ningún tipo de información en torno al operativo, dado que las nuevas diligencias están declaradas secretas y al entender que "cualquier información puede afectar negativamente a la causa".