Paz Fernández, la gijonesa asesinada de forma violenta cuyo cadáver fue localizado ayer en el embalse de Arbón, reservó y pagó una habitación en el hostal San Francisco de Navia en la que nunca llegaría a dormir. Fue asesianda a golpes, según ha confirmado la autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal de Oviedo.

Según los responsables del establecimiento naviego, la gijonesa acudió a la pensión a la una de la tarde del martes 13 de febrero, el dia en el que desapareció. Entre las cuatro y media y las seis de esa tarde estuvo departiendo en el bar del local con un vecino de la zona, con el que, según las fuentes consultadas, mantenía una estrecha relación. De este punto, la pareja se desplazó hasta otro bar del centro de Navia, donde se le pierde la pista. En todo momento, Paz Fernández estaba acompañada por su mascota, "Bronco", que apareció horas mas tarde, en torno a las once de la noche, vagando por la calle del hostal, ya sin su duela.

Según esta última versión, la mujer abandonó el bar de la pensión donde pensaba hospedarse a eso de la seis de la tarde. Hasta el momento, se situaba a la mujer allí en torno a las 23:30 horas.

La autopsia confirma que Paz Fernández Borrego fue asesinada a golpes

La autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal de Oviedo confirma que la gijonesa Paz Fernández Borrego (desaparecida desde el 13 de febrero en la zona de Navia) tuvo una muerte violenta. Los forenses aseguran, según los datos del examen al que fue sometido el cuerpo sin vida de Fernández Borrego, que el cuerpo de la gijonesa presentaba varias fracturas en el cráneo y el cuello, producidas por un objeto romo.

Los agentes de la Guardia Civil encargados del caso intentarán ahora averiguar qué pasó y para eso será fundamental reconstruir las últimas horas de vida de Fernández Borrego. El cadáver de la gijonesa fue localizado ayer en un embalse de Villayón.

Los buzos buscan pruebas  en el embalse de Villayón

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"Ya sabíamos que su desaparición no era voluntaria", dicen sus allegados

En el día de ayer conocieron la fatal noticia: el cuerpo hallado en el embalse Arbón era el de Paz Fernández Borrego. Un triste final tras varias semanas de búsqueda en Navia. No sabían qué le había pasado, pero tenían claro que Paz no se había ido voluntariamente.

Y así ha sido su reacción tras conocer que la autopsia confirma que Paz Fernández sufrió una muerte violenta en la que estuvo implicado al menos un tercero. "Ya sabíamos que su desaparición no era voluntaria y que no se había suicidado", aseguraron allegados de la gijonesa.

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La Guardia Civil busca pruebas en el embalse de Arbón sobre la muerte de Paz Fernández