La desaparición de Onésimo González no alarmó a los vecinos en un primer momento, ya que no era extraño que se ausentase del domicilio por temas laborales. Era pintor y en alguna ocasión había pasado varios días fuera. Su hermano, que durante el día de ayer no estuvo en la casa, tampoco denunció en ningún momento su desaparición, y fueron los propios vecinos los que finalmente acudieron a la Guardia Civil.

"Hace unos doce días que lo eché de menos porque no se veía por allí paseando, le pregunté al hermano y me dijo que estaba pescando y que se había caído al río, pero no está bien y no te puedes fiar de él", explica María Luisa Rodríguez, vecina.