La Policía Local de Málaga ha identificado a un hombre de 54 años como presunto autor de un delito de maltrato a un perro que sufría una grave enfermedad que le impedía andar. Según ha informado hoy el cuerpo municipal, presuntamente arrastró a su mascota con una cuerda amarrada al cuello y le dio patadas para que lo hiciera a lo largo de unos 400 metros. Los hechos tuvieron lugar en el pasado mes de marzo, cuando la Sala 092 de la Policía Local fue alertada de que un hombre estaba maltratando a un perro en la zona de La Virreina. Una dotación de zona se personó en el lugar, concretamente la avenida Jane Bowles, y observó a un grupo de personas alrededor de un pastor alemán al que su dueño supuestamente había arrastrado con una cuerda que lo ahogaba, propinándole patadas y encontrándose el can exhausto en el suelo sin poder moverse.

Los policías locales contactaron con sus compañeros del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona), que una vez en el lugar decidieron hacerse cargo del perro tras identificarlo mediante microchip y levantando acta de incautación y depósito del animal. Acto seguido, los agentes del Grupona requirieron los servicios de recogida de animales de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga, que se personaron en el lugar y se hicieron cargo del can. Estos decidieron trasladarlo a una clínica veterinaria con la que tienen concertada la asistencia urgente ante su crítico estado de salud.

El perro, que contaba con tres años y 9 meses de vida, quedó ingresado en la clínica veterinaria, donde fue explorado determinándose que padecía una enfermedad grave denominada síndrome de dilatación-torsión gástrica por la que tuvo que ser operado de urgencia. Pese a que fue intervenido con éxito, no pudo superar el postquirúrgico y falleció tras entrar en parada cardiaca, ha ñadido la Policía Local en un comunicado. Preguntados por los agentes, los especialistas manifestaron que a su juicio no existía relación causa-efecto entre las circunstancias del presunto maltrato y la dolencia que finalmente provocó su muerte, si no, más bien, la actitud del animal de tumbarse estaba motivada porque la dolencia le impedía moverse, ya que el dolor lo bloqueaba.

Al día siguiente, los policías locales procedieron a informar al propietario del animal de las circunstancia acaecidas, así como al tenedor del mismo en el momento de los hechos de sus derechos como investigado no detenido por un presunto delito de maltrato animal. Los funcionarios le levantaron acta de denuncia administrativa que fue remitida a la Consejería del Gobierno de la Junta de Andalucía, quedando supeditada a resolución judicial.