Un resbalón, o una indisposición provocaron la caída, en la tarde del sábado, del conocido montañero gijonés Arturo Larroza Hevia, "Turi", de 68 años, mientras ascendía al Vigueras, en Peñamellera Baja, en los Picos de Europa. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que Larroza pudo caer más de 200 metros. Su cuerpo fue encontrado en torno a las diez y media mañana, en cara noroeste del pico, casi en la base. La autopsia determinará hoy las causas del fallecimiento.

"Turi", presidente desde hace doce años al grupo San Nicolás del barrio gijonés de El Coto, lleva toda la vida vinculado a la montaña, y se dedicaba a planificar rutas de senderismo desde hace treinta años. Compañero de pupitre del político Francisco Álvarez-Cascos en el Corazón de María, trabajó en el Aeropuerto de Asturias, también en el sector de la construcción y tenía negocios en Brasil, país al que tenía pensado viajar el próximo agosto. También presidió el club de fútbol de Ceares y fue piloto de rallys. Según quienes le conocían, era muy meticuloso a la hora de planificar las rutas. "La premisa para él era la seguridad", aseguró ayer un apesadumbrado José Antonio Freile, "Tony", miembro como el fallecido del grupo San Nicolás.

Precisamente, el fallecido se encontraba planificando una salida para el grupo cuando se produjo el accidente. El sábado, había partido de San Esteban de Cuñaba junto a su mujer, María del Carmen Fernández. Habían hecho una travesía hasta el collado de Galabín. Al parecer, no tenían previsto subir al pico Vigueras, pero "Turi" decidió ascender y acordó con Carmen encontrarse en un punto de la ruta. La mujer estuvo esperándolo un tiempo prudencial y entonces le dejó un aviso en una teja, y continuó hasta el coche, que habían dejado en San Esteban de Cuñaba. Fue allí, casi a las ocho de la tarde, cuando la mujer decidió llamar a los equipos de emergencia ante la tardanza de su marido. No era normal. Los Bomberos del SEPA, con el helicóptero de rescate, y agentes del Grupo de Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Cangas de Onís recorrieron la ruta hasta las cuatro de la madrugada sin encontrarlo. A las ocho de la mañana reanudaron la búsqueda. Por fin, en torno a las diez y media de la mañana de ayer domingo, el helicóptero de rescate avistó el cadáver. Los agentes del GREIM, en calidad de Policía judicial, dispusieron el levantamiento del cadáver, que fue trasladado a la base del SEPA en La Morgal (Llanera) y posteriormente al Instituto de Medicina Legal de La Corredoria.

"No nos explicamos qué ha podido ocurrir", aseguraba en la tarde de ayer Freile, que ha hecho numerosas excursiones con el fallecido. Fernando Fueyo, párroco de San Nicolás de El Coto, y capellán del Sporting, se enteró de la muerte de "Turi", en Valladolid, durante el partido del equipo de gijonés. "Estamos muy tristes, en la parroquia estábamos muy contentos con el trabajo que hacía. Era un líder nato, muy querido. Llevaba el grupo de montaña, que tiene su sede en los locales de la parroquia, con mucha seriedad", aseguró el sacerdote.

Lucía García, presidenta de la Casa de Extremadura y miembro del grupo de montaña, se mostraba profundamente afectada por el fallecimiento, un montañero al que definió como "maravilloso, gran experto, prudente y una persona buenísima para llevarnos por la montaña". "Yo llevo diez o doce años con él y sé cómo hacía las cosas. Ha tenido que ser una gran mala suerte, que le dio algo o no sé, porque por imprudencia no ha sido", ratificaba.

Arturo Larroza llegó al grupo de San Nicolás siendo Juan Luis Lázaro presidente y con el tiempo casi fue natural que acabara siendo el líder del grupo. Sus salidas al monte se producen dos domingos al mes y en su práctica de la montaña hay cabida para las rutas de ocio de senderismo y otras complementarias algo más exigentes, como ascensiones a picos, en las que participaba Arturo por sus capacidades. "Arturo y Carmen, su mujer, junto con 'Tony', son las personas que hacen el control de la ruta y cada semana, antes de una salida, la recorrían para comprobar el estado del terreno y que todo fuera bien, porque somos unos montañeros de todas las edades e incluso hay niños. Somos un grupo que nunca ha tenido percances graves y eso es gracias a ellos", destacaba Lucía García, que ayer volvía con insistencia a su reflexión: "Era una persona estupenda para la montaña. Estupenda. Buenísima Estoy helada".

Agradecimiento a Arturo

Y más, porque ayer no se le quitaba de la cabeza que gracias a la pericia montañera de Arturo, así como a la asistencia de algunos miembros del grupo con formación médica, su marido está vivo tras sufrir un infarto en plena montaña el pasado año. "Arturo dirigió perfectamente al helicóptero, con un control de las coordenadas buenísimo, para que no se perdiera tiempo. Gracias a su intervención yo sé que mi marido sigue hoy vivo", contaba con emoción.