La Policía Nacional detuvo ayer en Soto de Llanera a un matrimonio extranjero acusado de favorecer la entrada ilegal en el país de una mujer y su hija de 8 años, ambas procedentes de Honduras.

La mujer trabajaba en unas condiciones que rozaban la "esclavitud" como interna en un chalé de Soto de Llanera, según informa la Jefatura Superior de Policía de Asturias.

La mujer llegaba a trabajar jornadas de hasta quince horas al día y percibía un sueldo de unos 500 euros al mes, de los cuales unos 200 tenía que entregarlos al matrimonio de extranjeros que logró su entrada en España en concepto de las deudas ocasionadas de su viaje.

Además, la chica no estaba dada de alta en la Seguridad Social. Para mayor gravedad del asunto, durante los dos últimos meses de trabajo no percibió nada en concepto de sueldo.

Según la Policía, el matrimonio de extranjeros, que ya se encuentran detenidos acusados de los delitos de trata de seres humanos y favorecimiento de la inmigración ilegal y contra el derecho de los trabajadores, era conocedor de la vulnerabilidad familiar y económica de la mujer y de su hija y, por tanto, de la "indefensión" en que quedarían en España.

Inmigración fraudulenta

Fue un testigo de la situación en la que se encontraba la mujer hondureña el que puso el caso en conocimiento de la Policía. A esta persona, fue la propia mujer la que le contó que había llegado a Asturias en agosto del año pasado y que desde ese momento "venía sufriendo una situación laboral y personal que consideraba denigrante, rozando la esclavitud", según se informa en la nota emitida por la Jefatura del Policía de Asturias. La gravedad de su testimonio alertó al testigo, que no dudó en acudir a la Policía para denunciar la situación en la que vivía la familia hondureña desde su llegada a Asturias.

Este matrimonio habría favorecido la inmigración fraudulenta desde Honduras a España de la mujer y su hijo menor de edad, facilitando para ello, entre otros, dinero para sufragar los gastos del viaje. Para eludir los controles fronterizos, las perjudicadas se hicieron pasar por turistas.