Banderas a media asta, crespones negros y un profundo sentimiento de pérdida y dolor. Así vive la comarca del Eo las horas posteriores al trágico accidente de tráfico que segó de forma brusca, en la tarde del viernes, la vida de tres jóvenes trabajadores de un taller mecánico: Andrés Pardo, lucense de 31 años, Nicolás Andrés Carbonel, uruguayo afincado en Vegadeo, de 35, y Carlos Murias, veigueño de 23. Tanto en Vegadeo, donde residían los dos últimos, como en San Tirso de Abres, municipio en el que se ubica el taller, se han decretado tres días de luto oficial. "Nunca les olvidaremos", dicen los regidores, que comparten "el tremendo dolor" de las familias, a quienes han trasladado sus condolencias por la pérdida.

El suceso mantiene aún consternados a los concejos de la comarca más occidental de Asturias y al territorio gallego cercano a la frontera. Los fallecidos se dirigían de vuelta a su puesto de trabajo a través de la nacional 640, cuando, a la altura del refugio de pesca de Xesteira, y por razones que se desconocen, el vehículo en el que circulaban colisionó frontalmente contra un pequeño camión de reparto. Los servicios de emergencias no pudieron hacer nada por salvar su vida. El mazazo para la comunidad local ha sido devastador, al ser personas muy jóvenes y conocidas y apreciadas en el entorno.

"El pueblo está conmocionado, porque son dos chicos que emprendían sus vidas en plena juventud, con muchas ganas de vivir, cuando se encontraron con esta fatalidad", afirmó César Álvarez, alcalde de Vegadeo, en referencia a sus vecinos Carlos Murias y Nicolás Andrés Carbonel. Con el primero, Álvarez había tenido un estrecho contacto: "Lo entrené cuando él jugaba al fútbol en categorías inferiores. Era muy buen deportista y gente muy tranquila, refiere el regidor, quien hace, en este caso, de portavoz de los veigueños: "Estamos todos rotos", confiesa.

En San Tirso de Abres también están de luto, ya que los fallecidos eran "prácticamente vecinos", con lo que su pérdida ha generado "mucho dolor". Lo apuntó la alcaldesa Goretti Quintana, quien destacó el "enorme servicio" que prestaban desde su puesto de trabajo: "Eran jóvenes que desempeñaban una labor bien hecha, silenciosa, y con mucha educación". La alcaldesa explicó que el pueblo está sumido "en una gran consternación", y quiso trasladar sus condolencias "y todo el apoyo a las familias en un momento tan difícil y con ese daño irreparable que han sufrido". "Con su juventud, su dinamismo, su actividad, haciendo vida en estas tierras en torno al Eo, se notará mucho su falta. Nunca les olvidaremos", subrayó Quintana.

Familiares, amigos y vecinos podrán brindar en la jornada de hoy su último adiós a los tres fallecidos en el siniestro. El funeral por Nicolás Andrés Carbonel se celebrará a las doce y media de la mañana en la iglesia parroquial de San Esteban de Piantón, mientras que la ceremonia por Carlos Murias tendrá lugar en el templo de San Luis de Balmonte (Castropol), a las seis de la tarde. El lucense Andrés Pardo recibirá sepultura en San Lorenzo de Muxueira (Riotorto).