Le gustaba vivir deprisa y al final perdió la vida en la carretera, en un terrible choque, convirtiéndose en la octava víctima mortal de tráfico en un mes. Abel G. R., de 25 años, que se hizo conocido hace dos años como presunto miembro de la llamada "banda de las tragaperras", y al que llegaron a atribuírsele entre 20 y 40 robos con fuerza en establecimientos de Grado, Salas y Pravia, conducía en torno a las diez de la noche por la carretera de Grullos a Peñaullán (AS-236), entre las localidades de Sandiche y Candamín, en el concejo de Candamo, cuando por razones que se están investigando -aunque todo hace pensar en una velocidad excesiva-, invadió el carril contrario y chocó contra el vehículo conducido por S. S. J. A., de 43 años. El joven perdió la vida casi instantáneamente, mientras la joven de 17 años que viajaba de acompañante en el vehículo resultaba herida. También el conductor del otro coche, que quedó atrapado y tuvo que ser excarcelado, sufrió heridas importantes.

A las diez y veinte se dio la alarma por este vehículo y a la zona se desplazaron agentes de la Guardia Civil de Tráfico, una uvi móvil, una ambulancia con base en Grado y el médico de Candamo, que atendió a la joven herida en el lugar del siniestro. Los bomberos del SEPA con base en el parque de Grado se trasladaron al lugar del siniestro con varias dotaciones. En primer lugar excarcelaron al conductor de 43 años, para lo que tuvieron que retirar los asientos traseros y cortar el portón trasero. Posteriormente extrajeron el cadáver de Abel G. R. Los dos heridos fueron trasladados al HUCA.

La Guardia Civil buscó con denuedo a Abel G. R. durante tres meses, entre enero y abril de 2016, por su relación con la "banda de las tragaperras". Los agentes le detuvieron mientras estaba abriendo una máquina que había robado en Salas, pero cuando iba a pasar a disposición judicial se escapó de los agentes, huyendo descalzo y esposado por la calles de Grado. No lo localizarían hasta tres meses después en una casa de Bárzana de Santianes. El juez le mandó entonces a prisión.

Una vez practicada la autopsia en el Instituto de Medicina Legal, el cuerpo fue trasladado ayer al tanatorio de Grado. Será incinerado a las once de esta mañana en el tanatorio de Los Arenales de Oviedo. El fallecido tenía un hijo de corta edad.