Era un tramo recto, en un día claro, cerca de las once de la mañana y sin apenas tráfico en una carretera nacional de la provincia de León. Se daban todas las condiciones para un paseo tranquilo, pero el alcohol se llevó por delante a un joven matrimonio de ciclistas y dejó malherido -y huérfano- a un niño de 12 años.

El causante del accidente se dio inicialmente a la fuga y fue detenido por la Guardia Civil a unos 15 kilómetros del lugar del accidente, la pedanía de Matallana de Valmadrigal, perteneciente al municipio de Santa Cristina de Valmadrigal, al suroeste de la provincia de León.

Circulaba sin seguro, conducía un coche Audi de gran cilindrada y en la prueba de alcoholemia dio 1,16 miligramos de alcohol por litro en aire espirado, cinco veces más de lo permitido.

Las víctimas realizaban con su hijo el Camino de Santiago en bici. Era una familia guipuzcoana. El conductor ebrio se dirigía a Valladolid y al parecer trabaja en la planta que la empresa Renault tiene en esa provincia.

El accidente se produjo a las once menos cinco minutos de la mañana, en el punto kilométrico 296 de la nacional 601

Varios testigos presenciales del accidente fueron los que llamaron a la Guardia Civil e informaron de lo ocurrido, además de facilitar el modelo y matrícula del turismo, lo que posibilitó la detención del conductor pocos minutos después.

Unos metros por delante

El personal sanitario trasladado al lugar del siniestro sólo pudo confirmar el fallecimiento del matrimonio y atendió y trasladó al menor, de 12 años, en ambulancia de soporte vital básico al Complejo Asistencial de León, donde quedó ingresado. Su vida no corre peligro.

Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el menor iba unos metros delante de sus padres circulando por el arcén, y eso fue lo que, a la postre, le salvó la vida, ya que recibió con mucha menos virulencia el impacto del vehículo.

El alcalde de Santa Cristina de Valmadrigal, Ceferino Revilla, explicó que ayer mismo por la mañana había coincidido con el matrimonio y su hijo cuando abandonaban un bar de la localidad de Matallana y que le hizo una indicación al menor, porque se había dejado una luz de la bicicleta encendida.

El matrimonio de ciclistas fallecido residía en Villabona (Guipúzcoa), y su alcaldesa, Maite Izagirre, lamentó la muerte de sus convecinos, que ha descrito como unas personas muy "activas y participativas".

El Ayuntamiento de Villabona anunció su "determinación" de personarse como acusación popular en el juicio que se vaya a celebrar por estos hechos.