Un trágico accidente conmovió ayer al suroccidente asturiano en la víspera del día grande de las fiestas del Carmen de Cangas del Narcea. Dos jóvenes, Sergio Menéndez, de 21 años y vecino de Tineo, y Tania Fernández, gijonesa de 21, perdieron la vida al colisionar el vehículo en el que viajaban junto a tres amigos con una furgoneta en el Corredor del Narcea, a la altura de San Pedro de Corias. Las víctimas y sus amigos se dirigían a Cangas del Narcea para disfrutar de la fiesta. Los otros tres ocupantes del vehículo sufrieron heridas de distinta consideración; una de ellas, otra chica, fue trasladada en helicóptero al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El conductor de la furgoneta también resultó grave.

Al parecer, los cinco ocupantes del turismo se dirigían a Cangas del Narcea, en plenas fiestas del Carmen. De hecho Tania Fernández se había trasladado a la zona precisamente para trabajar en un establecimiento hostelero durante las celebraciones que acoge la villa estos días. La fatal colisión se produjo a las ocho menos cuarto de la tarde. El Citroën Xsara en el que viajaban los cinco jóvenes por el Corredor del Narcea (AS-15) chocó con una furgoneta modelo Renault Kangoo, que conducía en sentido Oviedo L. M. F., de 71 años y vecino de la localidad de Portiella (Cangas del Narcea). Según los primeros indicios, por razones que se desconocen, el turismo se salió de la vía cuando tomaba una de las curvas de la carretera y la furgoneta lo embistió por un lateral.

Sergio Menéndez era muy conocido en la zona porque jugaba al fútbol desde niño. Lo hizo en el Tineo, el equipo en el que entrenaba a los pequeños y al que iba a regresar esta temporada tras su paso por el Andés de Navia. "Era muy buena persona, muy educado y un gran deportista, un apasionado del fútbol y entrenaba a los niños pequeños del Tineo", relataba ayer uno de sus amigos consternado por el fallecimiento de Sergio. El joven, muy conocido en la villa tinetense, estudiaba Informática.

Tania Fernández Rodríguez había cumplido los 21 años en febrero. Vivía con su madre en La Calzada, en Gijón. "Era una cría muy divertida, le gustaba cantar y siempre estaba sonriente y con ganas de fiesta", relataban ayer sus familiares. "Se fue a Cangas para ganar un dinerillo trabajando durante las fiestas. Esto es una desgracia", añadieron. La familia de la joven pasó horas de angustia desde que se enteraron del accidente hasta que les confirmaron el fallecimiento. Durante ese tiempo, llamaron de manera contante a su teléfono móvil sin recibir respuesta. Era la peor señal.

El Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) recibió una llamada de aviso a las 19.48 horas alertando de que se había producido una salida de vía de un turismo y se creía que había personas atrapaas en su interior.

La sala de coordinación del SEPA movilizó de inmediato al jefe de Zona Suroccidental de Bomberos, además de diez efectivos de los parques de Tebongo y Tineo. También se dio aviso a la Guardia Civil y a los equipos sanitarios de emergencias.

Las labores de excarcelación fueron complejos. Los bomberos tuvieron que retirar los pilares y descapotar el coche para rescatar a los jóvenes que ocupaban la parte trasera del vehículo, la más afectada por el brutal impacto. Allí sentados iban los dos jóvenes fallecidos. Los servicios médicos desplazados, con tres ambulancias y una uvi móvil, no pudieron hacer nada por salvar su vida. Además, junto a ellos iba otra joven que resultó herida grave y que tuvo que ser trasladada de inmediato al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de Oviedo, dada la gravedad de sus lesiones, con traumatismo craneoencefálico severo. Los servicios de emergencias trasladaron al Hospital de Cangas del Narcea a otro herido grave, que presentaba un traumatismo craneoencefálico y un traumatismo torácico, y otro más con un traumatismo torácico de carácter leve. Por su propio pie acudió al centro hospitalario el conductor de la furgoneta, que sufría un traumatismo torácico.

La angustia y preocupación se extendieron rápidamente por Tineo y Cangas de Narcea nada más conocerse que había habido un accidente y que los implicados eran de la zona. No se sabía quiénes, pero sí que el siniestro era muy grave. Pronto ya se supo que había dos fallecidos, y la consternación se sumó al temor de las familias de la zona.