Un hermano de la avilesina a bordo del catamarán comentó anoche a LA NUEVA ESPAÑA que Verónica Muñiz Espejo telefoneó de tarde a una familiar para contar lo ocurrido y tranquilizarles sobre su estado. Según el relato que hizo la mujer, se tiró al agua en cuanto vio indicios de fuego a bordo, nadó hasta una mejillonera y esperó allí a ser rescatada. Minutos más tarde hizo lo propio su novio, Iván de la Rosa.

A consecuencia de la precipitada huida del barco, la avilesina sufrió magulladuras leves en una mano, razón por la que acudió a un hospital donde, después de hacerle una cura, le dieron el alta. Tras el sobresalto vivido, la pareja decidió retirarse al hotel donde están alojados a descansar. Según explicó Verónica Muñiz a su familiar, en el fuego perdieron los enseres personales que llevaban consigo, incluidas las llaves del coche. "Pero lo importante es que están bien", destacó su hermano.