Atenas vivió ayer una jornada de pesadilla, con dos alertas rojas coincidentes en el tiempo: fuegos y agua. Los incendios ya llevan 85 muertos, cifra que aumentará. Y las fuertes lluvias inundaron barrios enteros de la capital helena, sin víctimas mortales, pero con cientos de coches -en la foto- destruidos entre el lodo.