Nuevo golpe al narcotráfico gallego, con 22 detenidos y un remolcador cargado con más de 2.000 kilos de cocaína apresado en el Atlántico cuando navegaba desde Cabo Verde hacia Galicia. Manuel Charlín Gama, el patriarca del clan, de 85 años, y su hijo Melchor son dos de las piezas cobradas en una macrooperación desarrollada por el equipo policial de lucha contra el crimen organizado Greco-Galicia y dirigida por el juez de Instrucción 4 de Vigo Juan Carlos Carballal y la Fiscalía Antidroga de Pontevedra.

El operativo ha descabezado una coalición de grupos de narcos de Arosa aliados para afianzar sus posiciones en el transporte marítimo de grandes alijos de drogas y liderar el mercado. Con ellos han caído otras 20 personas, la mayoría viejos conocidos de las fuerzas de seguridad que se encuentran en libertad condicional o pendientes de otros juicios.

Entre los arrestados destaca Jacinto Santos Viñas, con un largo historial de condenas, que fue interceptado en Meis (Pontevedra) mientras disfruta de su tercer grado penitenciario por una condena de 28 años en relación con un doble transporte marítimo de coca; junto a él, han sido detenidos su mujer y uno de sus hijos.

También ha caído el arosano José Bóveda Ozores, alias "Charly" o "Sandokán", un experto piloto que dirige un astillero de Cambados especializado en motores de embarcaciones y que, pese a varias detenciones y algún procesamiento, nunca fue condenado por narcotráfico. Los investigadores le consideran, no obstante, un histórico del negocio desde hace treinta años. Su astillero fue registrado durante casi cuatro horas. En Boiro fue detenido el hostelero y expresidente del club de fútbol local Mario Otero, y su negocio, la cafetería York, registrado.

La alianza de organizaciones gallegas desarticulada pretendía reducir costes y ser más operativa y potente frente a los cada vez más disgregados clanes convertidos en meros lancheros y narcotransportistas, siguiendo la estela del cártel que quiso formar Sito Miñanco, también desarticulado por la Policía Nacional en febrero. Relanzar el negocio de los grandes alijos marítimos de cocaína era el objetivo de la alianza de clanes, frustrado ahora tras año y medio de minuciosa investigación policial.

Una de las novedades de la alianza de narcos desarticulada es que recuperó para este transporte marítimo la vía africana. El remolcador apresado habría partido de Cabo de Verde y navegaba hacia Canarias, donde se prevé que llegue la próxima semana. El abordaje del barco cerca de las islas Azores dio paso ayer a los arrestos en tierra de muchos de los protagonistas de la historia del narcotráfico en Galicia durante los últimos treinta años. Además de las detenciones, 17 de ellas en Galicia, se han practicado una treintena de registros en domicilios, naves y empresas en la provincia de Pontevedra, así como en Marbella, Huelva y Yuncos (Toledo).

Los detenidos permanecen en distintos calabozos policiales de la provincia de Pontevedra y presumiblemente se agotará el plazo de 72 horas antes de que sean puestos a disposición judicial en Vigo. Sus declaraciones están pendientes de que se cierre la operación, pues todavía quedan flecos por resolver. Mientras tanto, se ha decretado el secreto de sumario.

Los que ya pasaron a disposición judicial ayer son los cuatro tripulantes del remolcador, dos españoles y dos senegaleses. El juez instructor les tomó declaración ayer por teléfono satélite desde el patrullero en el que permanecen detenidos y acordó su ingreso en prisión sin fianza.

Ayer, mientras tanto, los vecinos de Villanueva de Arosa creían que habían vuelto a los años noventa de la operación "Nécora", y a la "toma" del pazo de Baión por el entonces juez de la Audiencía Nacional, Baltasar Garzón, cuando a primeras horas de la mañana hizo irrupción en el cielo un helicóptero policial que sobrevolaba las viviendas embargadas a los Charlines, de las que sin embargo siguen disfrutando.

El registro en casa de Charlín duró unas cuatro horas y se efectuó en presencia de su abogado. Numerosos agentes custodiaron la vivienda para finalmente llevarse detenidos al patriarca del clan y a su hijo Melchor.

Charlín Gama vuelve así al foco mediático, esta vez en la senectud de sus 85 años. A la llegada de los agentes a la mansión, a las nueve de la mañana, Melchor intentó huir en calzoncillos y semidesnudo, tratando de saltar la valla posterior de la mansión, aunque los agentes se lo acabaron impidiendo.