Los fardos de cocaína que la Guardia Civil ha recuperado en el mar Cantábrico, al norte de Luarca, y los que sigue buscando probablemente hayan salido a la superficie después de llevar tiempo fondeadas. A mediodía de ayer apareció un nuevo saco con otros 20 paquetes de aproximadamente un kilo de peso cada uno. Sumados a los que se han hallado desde el viernes, ya van unos 90 kilos de droga. El precio en el mercado negro se acercaría a los tres millones de euros.

Pero se da por seguro que en el mar hay muchos más, que seguirán apareciendo fardos o paquetes sueltos de droga, porque algunos de los sacos se pueden haber roto. "Los narcotraficantes mueven cargamentos grandes, no de tres o cuatro fardos", aseguraron las fuentes consultadas.

Las hipótesis con las que se trabajan son varias, pero la que tiene más consistencia es que se tratara de un cargamento de cocaína que los narcotraficantes arrojaron al mar para dejarlo fondeado. Esta operación la suelen realizar si se ven amenazados o bien porque han pactado el sitio con quienes tienen que ir a recogerlo posteriormente.

Las fuentes consultadas indicaron que probablemente los fardos que se han encontrado pertenecen a un cargamento que llevaba algún tiempo fondeado bajo el mar, a juzgar por su aspecto. Una hipótesis es que la red en la que se tiraron a la mar se rompiera por alguna circunstancia, quizás al ser enganchada por un barco de gran tonelaje. Eso habría provocado que los fardos salieran a la superficie e incluso que alguno de ellos rompiera. Por eso han aparecido sueltos algunos paquetes de cocaína de aproximadamente un kilo de peso.

Otra posibilidad es que quienes llevaban la droga a bordo se sintieran perseguidos o amenazados y decidieran tirar por la borda los fardos para no ser sorprendidos con el alijo.

Todo estos son sólo hipótesis, porque la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo mantiene las investigaciones para tratar de averiguar la procedencia de la droga, mientras que continúa el operativo de búsqueda de más fardos y paquetes por mar, tierra y aire, con helicópteros, patrulleras y la colaboración de Salvamento Marítimo, además de una veintena de patrullas que vigilan la costa asturiana por si alguno de los sacos llega a la orilla.

El último fardo fue localizado ayer por un helicóptero de la Guardia Civil sobre las 12.00 horas del mediodía entre Luarca y Tapia de Casariego. Eran otros 20 paquetes de aproximadamente un kilo de peso cada uno. Sumados a los 70 kilos que se hallaron entre el viernes y el sábado, ya se han alcanzado los 90 kilogramos.

Fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo indicaron que el dispositivo se mantendrá durante los próximos días. La Benemérita ha solicitado además la colaboración de los barcos pesqueros que faenan en la zona.

Fue precisamente la tripulación del "Cruz del Sur", con base en el puerto de Cudillero, la que encontró los dos primeros fardos y dio la alerta. Era viernes sobre las dos y media de la tarde y faenaban a unas 30 millas al norte de Luarca (unos 54 kilómetros). Según relató uno de los tripulantes, vieron en el agua lo que inicialmente pensaron que era una boya perdida y decidieron recogerla. Pero se equivocaban, nada más que subieron los paquetes al barco sospecharon que se podía tratar de droga. Así que avisaron a la radio costera de Navia, que los puso en contacto con la Torre de Salvamento Marítimo de Gijón y de ahí a la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo. Era el principio de una ardua tarea de investigación.