Un desembarco frustrado. Es la hipótesis que cobra fuerza tras el hallazgo de al menos nueve fardos de cocaína, con veinte kilos de droga cada uno, a lo largo de la costa asturiana y gallega desde el viernes de la semana pasada, fecha en la que el bonitero "Cruz del Sur" recuperó del mar tres bultos, a unas treinta millas al norte del puerto de Luarca.

Todo indica que se iba a producir un desembarco, pero por alguna razón no acudió al encuentro la lancha que iba a desembarcar la tierra en tierra, por lo que los transportistas optaron por arrojar los fardos al mar, ante el temor de ser sorprendidos por las fuerzas de seguridad.

La cantidad de droga encontrada se corresponde con la que podría transportarse en un yate o un velero de pequeño tamaño. Lo que pudo pasar estos días atrás es muy parecido a lo que ocurrió en el año 2011, cuando la tripulación de un yate echó al mar ante la costa gijonesa un alijo de 260 kilos de cocaína, después de que fallase la embarcación pesquera que iba a llevar el cargamento a tierra. La droga se encontró a unas millas al norte de la playa de San Lorenzo.

El hecho de que se hayan encontrado dos fardos en playas de la Mariña Lucense, concretamente en Portocelo (Xove) y La Marosa (Burela), hace pensar que los narcos pudieron arrojar la droga frente a las costas gallegas, y que las corrientes fueron empujándola hacia aguas asturianas, cada vez más al este, hacia el Golfo de Vizcaya. No se descarta por tanto que puedan encontrarse más fardos en la costa cántabra o incluso en el País Vasco.

No se trata de los primeros hallazgos de este tipo en la costa asturiana. A principios de enero de 2004 se produjo una auténtica marea blanca en las playas asturianas, con fardos que llegaron a Verdicio, Xagó, Aguilera y El Llamperu, en Gozón; La Cueva, La Vallina, Doria y Río Cebo, en Cudillero; Lastres y Cabo Peñas. Previamente se habían encontrado fardos en La Coruña y Lugo. Hasta 361 kilos fueron encontrados, procedentes según todos los indicios de una lancha que había encallado a mediados de diciembre de 2004 frente a las costas de Corcubión. El mar arrastró la droga a cientos de kilómetros.

Acceso por el Occidente

Peor la mayor aprehensión de este tipo se produjo el 28 de septiembre de 1997, cuando se encontraron en la playa de La Cerba, en Salave (Tapia de Casariego) la friolera de 4.728 kilos de cocaína, distribuidos en 166 fardos. En aquel alijo estuvieron involucrados dos históricos narcos, implicados en su día en la "operación Nécora", aunque luego absueltos. Uno de ellos era Alfredo Cordero, "Engarellas", que estuvo escondido tres años, aunque finalmente cayó en 2000 y fue condenado a 18 años de cárcel que no llegó a cumplir en su totalidad, puesto que le dio tiempo a salir de la cárcel y caer en otra operación en 2015. El otro implicado era Javier Martínez Sanmillán, "Franky", que no fue capturado hasta 2006, siendo condenado a trece años de prisión.

En este alijo, los narcos tuvieron que contar necesariamente con apoyo de asturianos. El Occidente de la región siempre ha sido una de las vías de acceso de drogas, sobre todo para evitar la presión de las fuerzas de seguridad en Galicia. Un conocedor de este mundo señala que, como los gallegos, en Asturias siempre hubo una cierta tradición de contrabando de tabaco, que fue derivando hacia el tráfico de drogas en las últimas décadas. Algunos pescadores han participado en este tipo de desembarcos aprovechando las especiales características de la costa asturiana. Como se ve, es una vía de acceso que sigue más viva que nunca.