Marc Sabata Serra, el escalador de 43 años que sufrió una caída de 15 metros el pasado lunes, cuando se encontraba en la base oeste de la vía murciana del pico Urriellu, falleció el pasado jueves en el Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo), al no poder sobreponerse al fuerte golpe sufrido en la cabeza.

Sabata era bombero del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) de la Generalitat, con base en La Seu de Urgel (Lérida). Natural de Berga, cariñosamente sus compañeros y amigos le apodaban "León" y había sido condecorado en 2016 por su participación en el rescate de 21 personas que quedaron atrapadas en el barranco de Gurb.

La muerte del bombero ha causado honda conmoción tanto entre el cuerpo de bomberos como en el mundo de la montaña. El accidente sufrido el lunes al pie de la famosa cima de los Picos de Europa fue letal para este especialista, apasionado del alpinismo. Su funeral tendrá lugar mañana a la una de la tarde en la iglesia de Cal Rosal (Berga).

El accidente tuvo lugar hacia las once de la mañana del lunes, cuando un guarda del refugio del Urriellu dio el aviso a Emergencias, al ver a una persona pidiendo auxilio en la cara oeste del pico. El accidentado era Marc Sabata, que había caído y recibido un fuerte golpe en su cabeza. El Grupo de Rescate de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) fue el que, tras rescatarlo, trasladó al herido al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde nada se pudo hacer por su vida hasta morir el jueves.

El rescate del bombero catalán se hizo mediante el helicóptero de emergencias. El médico atendió al escalador en el lugar y luego tuvo que ser porteado a una zona donde pudiera acceder la aeronave. La operación de rescate no resultó nada fácil. Desde el momento que fue trasladado al hospital de Arriondas su pronóstico era grave debido al fuerte golpe que había recibido en la cabeza.