La montaña está de luto en uno de los años más trágicos que se recuerdan. Al menos son cinco las víctimas que se contabilizan en los Picos de Europa este 2018, a lo que hay que sumar otro fallecido también en el Oriente, en El Mazucu (Llanes), a principios de agosto.

A mediados de junio una vizcaína de 65 años perdió la vida en el Cares al resbalar y caer unos 50 metros al vacío a la altura del Puente de los Martínez, a unos ocho kilómetros de Caín (León), cuando se dirigía hacia Poncebos (Asturias). La mujer estaba de excursión de fin de semana con un grupo de montañeros vascos que se alojaban en esta última localidad asturiana. Ya entrado el verano, a mediados de agosto, un senderista ruso murió al poco de iniciar la ruta en Poncebos, cuanso subía las Colladinas. El hombre, de 63 años, se desvaneció al empezar a caminar. El Cares sumó ayer su tercera víctima, con el caminante cordobés.

Pero la lista negra de la montaña asturiana es mayor este año y en menos de una semana ha sumado tres víctimas. A la de ayer, hay que sumar la del gijonés Carlos Álvarez, que murió el domingo al caer por un desnivel de 100 metros en La Escampada, cerca de Tielve. Días antes, el jueves falleció en el Hospital Central de Asturias, en Oviedo, un montañero catalán que había sufrido un fuerte golpe al caer el pasado domingo en el pico Urriellu. También fallecieron el concejal de IU de Caso Klaus García en Llin de la Gobia; un peregrino, en una zona de monte de Tineo; un veterano montañero gijonés de 84 años mientras hacía una ruta por Proaza, y el también veterano montañero Arturo Larroza, del grupo de montaña San Nicolás, de Gijón, que se despeñó preparando una ruta en el pico Vigueras, en Peñamellera Baja.