"Celia era especial". Fueron las palabras más escuchadas durante el sentido y emotivo minuto de silencio que ayer, en Gijón, la Federación Asturiana de Golf -con cuatro compañeras de la golfista y más de medio centenar de personas- le tributó a la joven cántabra asesinada el pasado martes en Estados Unidos. Su pérdida ha marcado un antes y un después en la territorial asturiana, en la que Celia Barquín "era una más desde que a los 11 o 12 años decidió incorporarse a esta Federación", indicó el presidente, Alfredo Álvarez.

El máximo responsable de la agrupación asturiana se mostró visiblemente emocionado. La dureza de la tragedia, unido a la figura insustituible de una de las grandes promesas del golf nacional y europeo (era la actual campeona de Europa amateur), convirtieron el acto en un recuerdo especial y sentido. Con la imagen de la cántabra sostenida por Alejandra Pasarín y Paula Neira, Covadonga y Ana Sanjuán, sus compañeras no pudieron evitar la emoción. Ésta última, compañera de Barquín de "foursome", se encargó de leer la cariñosa misiva de despedida escrita junto al resto de sus compañeras, Andrea Rosete, Carmen Vidau, Elisa Suárez y Elena Arias, para mostrar su sentir ante la pérdida de la golfista.

Fueron minutos intensos, con suspiros, llantos y un nudo en la garganta al que intentaron hacer frente con sus titubeantes palabras. El recuerdo de Celia Barquín ha dejado una huella imborrable en todos aquellos que disfrutaron de "sus valores, su personalidad inquebrantable y su ternura, era especial", indicó Alfredo Álvarez. El presidente de la Federación Asturiana de Golf expuso que la jugadora cántabra "será nuestro mayor orgullo y nuestro mejor recuerdo". Las muestras de cariño se sucedieron antes y después del respetuoso y sentido minuto de silencio que arrancó a las 12.05 horas frente a la sede de la territorial asturiana, junto a las piscinas municipales de El Llano, en Gijón. Alfredo recordó que "Celia pidió a su madre Miriam una Cruz de la Victoria y el día en que la estrenó, como era un trasto, la perdió en un campo de golf".

Sus compañeras dibujaron en multitud de anécdotas el perfil profesional y más personal de la joven deportista. Ana Sanjuán destacó su ejemplo de "luchar siempre hasta el final". Y su hermana Covadonga indicó que "esta tragedia no se la merece nadie y ella, menos". Por su parte, Paula Neira resaltó que "siempre tenía la palabra exacta para levantar el ánimo" y Alejandra Pasarín explicó que "siempre será una grande". Para todas ellas, su amiga y compañera siempre será eterna.