Un niño de 11 años de edad falleció este domingo por la tarde en Valencia tras resultar herido de extrema gravedad con el cristal de una puerta de su casa que se rompió accidentalmente cuando jugaba con su hermano, de 10 años, y que también sufrió lesiones aunque de carácter leve.

El suceso ocurrió pasadas las tres de la tarde en el domicilio familiar, en la calle Bernia, en el valenciano barrio d'En Corts, en un momento en que los padres se habían ausentado unos minutos para recoger la comida que habían encargado en un establecimiento próximo.

Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, la madre estaba en la calle, aparcando el vehículo familiar, y el padre había ido mientras a recoger la comida que habían encargado para las tres de la tarde.

Los dos hermanos, de 10 y 11 años, se habían quedado solos en casa y, mientras jugaban a perseguirse, tropezaron accidentalmente contra una puerta de cristal, que se hizo añicos con el golpe, según la primera versión que ha contado el menor de los dos.

Parte de los vidrios hirieron en el brazo al pequeño, pero el mayor fue quien salió bastante peor parado, ya que uno de los pedazos se le clavó en el estómago y, posiblemente, seccionó al menos un vaso sanguíneo de gran tamaño.

Al ver la fortísima hemorragia, el pequeño salió corriendo a la calle en busca de su padre, que fue quien finalmente pidió ayuda al 112 tras encontrarse al mayor, desvanecido y muy pálido, en el suelo del domicilio. La primera patrulla en llegar, dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, taponaron la herida en un intento por detener la hemorragia y le realizaron las primeras maniobras de reanimación cardiopulmonar, ya que el niño había entrado ya en parada cardiorrespiratoria.

Instantes después llegó el primer equipo del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) que, tras más de 50 minutos de intensas maniobras de reanimación, logró estabilizar al menor. Una vez colocada la respiración artificial y los monitores para garantizar sus constantes vitales, los bomberos tuvieron que extraer la camilla a través de un balcón de la vivienda, ya que el aparataje sanitario hacía imposible bajar al niño por el ascensor.

El pequeño fue evacuado sobre las 16.45 horas al Hospital La Fe de València, donde ya esperaba un equipo quirúrgico para intervenirle de urgencia. Sin embargo, minutos después de su ingreso, el niño falleció, sin que los médicos pudieran hacer nada por volver a reanimarle.

Mientras, el hermano menor, de 10 años, había sido trasladado, en compañía de la madre, a ese mismo centro hospitalario, donde permanece después de que le curasen las heridas sufridas en el brazo.

Una vez finalizada la labor de los equipos sanitarios y la de los bomberos, agentes de la Policía Científica iniciaron una minuciosa inspección ocular de la vivienda, para comprobar sus condiciones de habitabilidad y averiguar cómo se había producido la rotura del cristal. Mientras, agentes de la brigada de Policia Judicial de la Policía Nacional se entrevistaron con los vecinos para corroborar todos los detalles, así como con el niño de 10 años y con sus padres.