Un informe de la Guardia Civil del sumario del asesinato de Gabriel Cruz, ocurrido en Almería el pasado febrero, apunta a que Ana Julia Quezada podría haber acabado con la vida de su propia hija, Ridelca, en 1996. El informe permite "ahondar en la hipótesis de que fuera la propia Ana Julia la que segara la vida de aquella menor".

La niña, de 4 años, llegó a España en 1995, ya que nada más nacer, su madre la dejó al cuidado de su abuela en la República Dominicana. Ana Julia llegó a Burgos a ganarse la vida en 1992 y conoció a Miguel Ángel, un camionero con el que se casó y tuvo otro niña, Judit. El hombre aceptó traer a la otra cría a vivir con ellos, pero meses después de llegar, la niña cayó desde la habitación del séptimo piso donde dormía con su hermana pequeña. El caso se archivó como accidente, pero ahora se sospecha de su madre.