La Audiencia de Lérida ha condenado a penas de cinco y de tres años y medio de cárcel a Fernando Blanco y Margarita Garau por estafar 400.000 euros en donativos que recaudaron en campañas solidarias, simulando que eran para tratar a su hija Nadia de una enfermedad rara. En su sentencia, la sección primera de la Audiencia condena a los padres de Nadia a multas que suman 5.000 euros, así como a devolver los donativos a las personas estafadas, tras concluir que aprovecharon la enfermedad de la menor para "urdir un plan" con el que enriquecerse con campañas solidarias.

La Audiencia de Lérida no se cree la versión exculpatoria de los hechos por la "escasa e inconcluyente prueba de descargo". En primer lugar, la sentencia alude a las apariciones de los padres de Nadia en diversos programas de televisión entre 2010 y 2016. Explica que los acusados manifestaban que necesitaban dinero para investigar la enfermedad de su hija e, incluso, "llegaron a afirmar falsamente que ello era necesario para superar el riesgo inminente de muerte de la menor, siendo facilitado a través de los medios el número de cuenta en el que hacer donaciones a tal fin".

El Tribunal ha considerado que los padres siguieron teniendo la misma dinámica "comisiva con aprovechamiento de la enfermedad de su hija" cuando llegaron a la localidad leridana de Fígols en 2013. Además, la sentencia destaca que Fernando Blanco llegó a afirmar "falsamente" que padecía un cáncer de páncreas y que la menor corría un "riesgo inminente de fallecer", motivo por el cual precisaba una operación urgente en Houston, algo incierto.

El Tribunal califica estas actuaciones de "maniobras que lograron su cometido, sensibilizando a padres y vecinos de la comarca", que apoyaron varias campañas de recaudación. Nadia sufre tricotiodistrofia, una enfermedad rara que provoca alteraciones cutáneas, oftalmológicas y trastorno del desarrollo y del lenguaje en un contexto de inteligencia límite, aunque "sin riesgo vital inminente". La Fiscalía pedía seis años de prisión para cada acusado.

En el juicio, el pasado octubre, los acusados negaron haberse aprovechado de la enfermedad de su hija. Blanco defendió a su esposa diciendo que ella siempre había confiado en lo que él decía. Aun así, la sala considera que Garau actuaba de común acuerdo con su esposo.