"El cielo sobre California se ha vuelto de color gris y cuando sopla el viento llega un fuerte olor a quemado", asegura la joven Carmen Amo Alonso, criada entre La Felguera y Bañugues, en Gozón, y que actualmente se desempeña como investigadora ayudante de posgrado en el Instituto de Tecnología de California (Caltech), en Pasadena.

El fuego sigue arrasando diversas áreas de California y ya se ha cobrado 25 vidas, sin olvidar que se ha evacuado a un cuarto de millón de personas, ante el riesgo de verse alcanzadas por los incendios. Salvo por los evidentes cambios en el cielo, en Pasadena, situada a unos veinte kilómetros de Los Ángeles, "no hay mucha preocupación por los incendios", asegura Carmen Amo.

"El problema son las zonas que no son núcleos urbanos, que suelen ser los suburbios más acomodados, como Beverly Hills, en los que las casas están relativamente dispersas, en las faldas de las colinas y rodeadas de mucha vegetación", explica esta joven, que estudió Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Politécnica de Madrid y ha pasado por el Imperial College de Londres, el MIT y ahora, por segunda vez, el Caltech.

Carmen Amo está a unos 40 minutos de zonas donde el incendio está golpeando especialmente, como Malibú, donde "sí están teniendo muchos problemas". Y añade que "hay un suburbio muy acomodado que se llama Las Calabasas, en el que se están quemando muchas casas". Todo se debe al tipo de urbanismo de Los Ángeles. "Está determinado por el riesgo sísmico. Como hay mucho riesgo de terremotos, y de hecho son frecuentes, los edificios son muy bajos -lo normal son tres plantas- y se construyen de madera. Cuando el fuego llega a una zona residencial la devora", indica.

Y eso es precisamente lo que está ocurriendo tanto en el norte como en el sur de California. Los mayores incendios se ubican en el condado de Butte, en la Sierra Nevada al norte de Sacramento. En el Sur, el "Woosley Fire" afecta a los condados de Ventura, donde se ubica Malibú, y de Los Ángeles. Ayer, domingo, se encontraron dos cadáveres más en un vehículo en un camino privado, con lo que son 25 los fallecidos contabilizados. En la noche de anteayer, sábado, las autoridades de Butte, condado donde se encuentra la localidad de Paradise, la más afectada por las llamas, encontraron 14 cuerpos. Las autoridades han pedido que se cumplan a rajatabla las llamadas de evacuación, para evitar nuevas desgracias.