Una repartidora de propaganda acusa al hombre que la tenía empleada de someterla a tocamientos de forma continuada a ella y, en una ocasión, incluso a la hermana de la mujer, que padece una discapacidad. El hombre se enfrenta a una condena de cuatro años de cárcel, que solicita el ministerio fiscal.

Los hechos se produjeron, según consta en la denuncia, entre los meses de mayo y julio de 2016. El acusado contrató a la mujer para realizar labores de reparto de propaganda en la zona de la cuenca del Nalón. La empleada tenía que desplazarse con el hombre en el mismo coche para acudir a las zonas de reparto. Las sevicias se producían a la hora de comer, según denunció la mujer después de dejar de trabajar para el hombre.

El empleador aparcaba el coche en un lugar apartado y entonces comenzaba a tocarle las piernas y los pechos, a pesar de los intentos de la mujer por zafarse de este comportamiento. En alguna ocasión llegó a intentar introducirle la mano bajo la ropa en la zona de la entrepierna. También la besó en varias ocasiones, siempre si su consentimiento, y en otras llegó a masturbarse delante de ella, mientras le narraba las fantasías sexuales que tenía con ella como protagonista. La mujer aguantaba esta situación insoportable porque necesitaba el escaso dinero que ganaba con esta actividad.

También a la hermana

El 8 de julio de 2016, quizá para impedir que se produjesen más abusos, la mujer acudió a trabajar junto a su hermana, que sufre una discapacidad del 33 por ciento. Lejos de cortarse, el hombre aprovechó que se habían quedado solos en el coche para agarra a la mujer con discapacidad de un pecho y tocarle uno de los muslos, sin que mediase consentimiento alguno. La discapacitada terminó contándole lo ocurrido a su hermana. La mujer terminó dejando el trabajo, porque había llegado al límite. A consecuencia de estos abusos continuados, las dos hermanas tuvieron que someterse a una terapia psicológica por la que tuvieron que pagar varias consultas.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito continuado de abuso sexual en el caso de la empleada, y un delito de abuso sexual en el caso de la hermana de ésta. Por el delito continuado, el fiscal solicita una condena de dos años y medio de cárcel. Por el episodio del que fue víctima la hermana discapacitada, pide una pena de año y medio de prisión.

En concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía solicita que el acusado indemnice a su empleada en la cantidad de 2.500 euros y a la hermana de ésta en otros 1.000. Además, el acusado, de ser condenado, tendrá que pagar la cantidad que se determine en sentencia o en su ejecución por el importe de las consultas psicológicas a las que debieron asistir, más los correspondientes intereses legales.

Este caso se verá en la mañana de hoy en el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo, bajo la presidencia del magistrado José María Serrano.