Instituciones Penitenciarias ha trasladado desde la cárcel de Valladolid a la de Asturias el recluso rumano Romeo Chaleru, pareja de Triana Martínez, una de las autoras, junto a su madre y una amiga policía local, del asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, cometido sobre las cinco y cuarto de la tarde del 12 de mayo de 2014, en una pasarela sobre el Bernesga a su paso por la capital leonesa. El hecho de que la pareja se encuentre en la misma prisión facilitará los vis a vis y un mayor contacto entre ellos que si se encontrasen en cárceles separadas.

Chaleru está condenado por robo con fuerza de las cosas. Era miembro de una banda itinerante que desvalijaba viviendas y que mantuvo en jaque a la Policía durante bastante tiempo.

Triana y su madre, Montserrat González, fueron trasladadas a la cárcel de Asturias el pasado mes octubre, después de solicitarlo varias veces y sufrir varias denegaciones e incluso traslados de castigo. Pretendían estar más cerca del padre y marido de las condenadas, Pablo Martínez, excomisario de Astorga y hoy policía jubilado que reside en Gijón.

Buena adaptación

Las mujeres parecen haberse adaptado bien a la cárcel de Asturias, después de haber pasado momentos muy tensos en la cárcel de Villanubla (Valladolid) y Villahierro (León), donde se granjearon fama de conflictivas y recibieron críticas de sus compañeras, que las consideraban un tanto altaneras y "divas". Mientras estaban en la cárcel de Villanubla hicieron pública una carta en la que denunciaban que no les dejaban hacer actividades en la prisión. Las dos mujeres calificaban su situación en la cárcel vallisoletana de "tortura psicológica", y Triana denunciaba las dificultades para ver a su novio, al que además, decía, intentaban convencer para que la dejase.

Montserrat González, autora material del crimen de Isabel Carrasco, fue condenada a 22 años de cárcel, y su hija Triana a 20, como coautora. Isabel Gago, la agente de la Policía Local de León que colaboró en el crimen escondiendo el arma con el que fue asesinada la política leonesa, fue condenada a 14 años de prisión por complicidad, tras una decisión del Supremo que enmendó la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que le había impuesto 12. Éste tribunal, a su vez, había enmendado la condena inicial de cinco años impuesta por el magistrado Carlos Álvarez de la Audiencia de León. Este magistrado había considerado encubridora a la agente local, corrigiendo la decisión del jurado popular, que la estimó como cómplice.