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La Brigada de Salvamento Minero, un cuerpo de élite con un siglo de historia que suma cientos de rescates "heroicos"

La extinción del incendio del pozo María Luisa en 2007 y las operaciones en un túnel de Pajares y una cueva del Teide, entre sus acciones más recordadas

Integrantes de la Brigada de Salvamento Minero, en una imagen de mediados del siglo pasado.

Temperaturas extremas, desprendimientos de rocas, atmósferas irrespirables, gases potencialmente explosivos, inundaciones... y todo ello a cientos de metros bajo tierra. Éstas son las condiciones a las que ha tenido que enfrentarse a lo largo de más de un siglo de existencia la Brigada de Salvamento Minero, un equipo de primera línea dependiente de Hunosa que, a lo largo de su trayectoria, suma cientos de rescates por toda España y numerosos reconocimientos institucionales por sus "heroicas" intervenciones, como resaltó el Ministerio del Interior tras la actuación en el incendio del pozo María Luisa en 2007.

Son mineros de élite, con unas aptitudes físicas y psicológicas por encima de lo común. "Para ingresar en la Brigada hay que tener menos de 35 años y llevar más de diez en la mina y más de cinco como minero de primera, en categorías como posteador o picador. Hay que pasar un reconocimiento médico muy exhaustivo y un test psicológico. La parte final son unas pruebas bastante exigentes que incluyen diferentes campos", explica Santiago Suárez, jefe de la Brigada entre 2005 y 2009.

El cuerpo se formó en 1912, impulsado por Duro Felguera. La pujanza de la minería hizo que varias empresas carboneras más se sumaran en los años siguientes para financiar la iniciativa. Desde entonces, su historial de rescates es innumerable. Entre las actuaciones figura el rescate, en 2001, de 49 trabajadores que habían quedado atrapados en la jaula de acceso al interior del pozo Nicolasa (Mieres), 15 metros por debajo de la tercera planta, o el de catorce mineros que, en 1989, fueron sorprendidos por un incendio originado por la cinta transportadora en la octava capa del pozo Mosquitera (Siero). Ha participado, además, en la extinción del incendio en el pozo María Luisa (Langreo) que en 2007 generó una nube tóxica en el exterior que intoxicó a 139 personas y obligó a desalojar de sus casas a más de 700.

Fuera del ámbito minero, el equipo tomó parte en 1978 en el operativo de rescate del túnel de Congostinas, en Pajares. En aquella ocasión, un tren de mercancías compuesto por trece vagones cisterna que contenían unos 700.000 litros de combustible se incendió al colisionar con otro convoy. Perecieron siete trabajadores de Renfe. En 2007, los brigadistas asturianos también rescataron los cuerpos de seis excursionistas que fallecieron en una cueva del Teide, tras un brusco cambio del nivel freático que causó el movimiento de gases del volcán.

Los miembros de la unidad de rescate minero, que siempre han sido expertos en emergencias vinculadas al campo extractivo, han ido aumentando en los últimos años su preparación y dotación técnica para intervenir en otras situaciones de peligro, como rescates de víctimas de derrumbamientos, extinción de incendios en espacios interiores, control ambiental, auxilio a accidentados y rescates en altura y zonas de difícil acceso.

También se han dedicado a formar a bomberos y otros especialistas en emergencias de toda España, gracias a los convenios firmados con el Ministerio del Interior y la Federación Española de Municipios y Provincias.

La Brigada goza de un gran prestigio y reconocimiento, especialmente en las Cuencas. "Es cierto que notas que la gente en general tiene mucho cariño a la Brigada y percibes un agradecimiento muy grande de las personas a las que pudiste ayudar; y eso es un gran estímulo", relata Suárez.

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