Los Mossos d'Esquadra detuvieron a cuatro miembros de una banda especializada en robar bares por el método del butrón y cuyo líder, un contorsionista que aprovechaba sus habilidades para pasar por estrechos agujeros, consultaba el horóscopo para escoger el mejor día para actuar. Los investigadores relacionan a la banda con una veintena de robos. La banda seleccionaba los bares tras determinar que podían acceder haciendo agujeros desde una escalera contigua sin ser descubiertos, y establecía turnos de vigilancia para constatar el horario y recorrido del propietario y los trabajadores de los locales. En una ocasión practicó un agujero en la parte inferior del hueco del ascensor, mientras los vecinos subían y bajaban.