H. Z. la mujer marroquí que fue apuñalada por su expareja en el pub de Lugones que regenta, da las gracias a "los médicos, la policía y el repartidor" que llegó en el momento de los hechos, "por salvarme la vida". El suceso tuvo lugar hace dos semanas, y mientras el agresor M. R. A. permanece en prisión preventiva, la mujer se recupera de las brutales heridas causadas por la agresión, a la espera de testificar la próxima semana.

La víctima muestra las cicatrices que le dejaron las puñaladas y cortes que su anterior pareja le propinó. Las marcas dan testimonio de un ataque que no tuvo un desenlace irreversible gracias a la intervención de un repartidor de bebidas, que entró en el establecimiento en el momento de la agresión. Por ello le da las gracias, y también a los policías que intervinieron rápidamente y a los médicos que tuvieron que operarla de urgencia.

H. Z., de 42 años, es residente en La Corredoria y tiene dos hijos. Precisamente, el testimonio ante la jueza del policía local que le realizó los primeros auxilios en el primer momento, revelado ayer por LA NUEVA ESPAÑA, señalaba que la mujer no dejaba de hablar de sus niños tras sufrir el ataque. Por ello, también insiste en agradecer a sus amigos que hayan cuidado de los pequeños.

El agresor, M. R. A. de 45 años, había vivido en Lugones durante su infancia, donde sus conocidos lo recuerdan como una persona "rara". Posteriormente abandonó la localidad durante unos años, hasta que volvió a vivir con su madre de avanzada edad, ya fallecida.

Estos últimos años, residió en un domicilio de la Avenida Oviedo, arteria principal de Lugones. Desde hace al menos cinco años, ha estado trabajando como repartidor en el establecimiento que una conocida cadena de supermercados nacional tiene en La Corredoria. Actualmente se encuentra en prisión y tiene una orden de alejamiento, que le impide acercarse a menos de 500 metros de la víctima, su hogar y lugar de trabajo.

La causa está en manos del Juzgado de Violencia de Género de Oviedo, que estos días está tomando declaración a todos los que estuvieron presentes aquel día. Hasta el momento, según la calificación inicial de la magistrada, el acusado se enfrenta a un delito de homicidio en grado de tentativa, calificación que es susceptible de cambiar según avance la instrucción.