El pasado diciembre, un camionero fue sorprendido en la Autovía del Cantábrico con una tasa de alcohol que octuplicaba la permitida. Ahora ha sido sorprendido un conductor de autobús con cuatro veces el alcohol permitido para este tipo de profesionales. Fue el pasado martes, poco después de las cinco de la tarde, cuando los agentes de la Guardia Civil de Tráfico establecieron un control de transportes de mercancías y viajeros, en el punto kilométrico 0.900 de la carretera LL-3, que comunica Lugo de Llanera y el Polígono de Silvota, en el término municipal de Llanera. Como viene realizándose en los últimos días, los agentes procedieron a dar el alto a un autobús para realizar la perceptiva inspección, sometiendo a su conductor a un control de alcoholemia.

La sorpresa llegaría con el resultado de la prueba. La primera arrojó 0,61 miligramos de etanol por litro de aire espirado. La segunda, aún más: 0,64 miligramos. Se trata de una tasa ampliamente superior a la máxima reglamentariamente establecida para los conductores profesionales que es de 0,15 miligramos de etanol por litro de aire espirado. A los agentes no les quedó más remedio que formular un boletín de denuncia.

El vehículo, un autobús que cubría la línea de viajeros entre los polígonos de Silvota, Asipo, el Parque Tecnológico y Lugo de Llanera, permaneció inmovilizado en el lugar hasta que llegó otro conductor de la empresa.

Los tres ocupantes que iban en su interior, descendieron del vehículo, no necesitando utilizar más medios para su traslado, ya que el lugar del control se hallaba muy próximo a su parada de destino.

De nuevo un profesional de la carretera se ve envuelto en un caso de este tipo. La patronal del transporte ya ha señalado en alguna ocasión que las empresas pudiesen hacer controles de alcohol a sus empleados, con el fin de evitar este tipo de situaciones. Sin embargo, como ha indicado en alguna ocasión Ovidio de la Roza, presidente de Asetra, "legalmente no es posible". Otros dispositivos, como el que acordó instalar Alsa en sus autocares, que impide el arranque del vehículo en caso de alcoholemia, es al parecer "fácilmente manipulable".