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Una barrera habría evitado el siniestro del autocar de Avilés, cree la Guardia Civil

El conductor del vehículo, hundido por la magnitud de la tragedia, empieza a asumir que sufrió un ataque epiléptico, como sospecha la Benemérita

Bomberos y agentes de la Guardia Civil en el lugar del siniestro. MARA VILLAMUZA

Unos "elementos de defensa adecuados" podrían haber evitado "la salida de vía y por tanto el choque contra el pilar", sostiene el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de la Guardia Civil, que hace una semanas presentó un informe ante el Juzgado número 3 de Avilés, que instruye el brutal accidente del autocar de Alsa, en el que fallecieron cinco personas. El informe señala que en el proyecto se contemplaba la instalación de una barrera metálica, "para la puesta en servicio de la vía con la obra terminada". Esa barrera se instaló en el tramo "con posterioridad al siniestro".

El informe aprecia además otros fallos, como el hecho de que se mantuviese una limitación de velocidad a 70 kilómetros por hora, cuando en opinión del equipo debería haber sido inferior. En la zona se habían instalado barreras de plástico del tipo New Jersey, que "no son un sistema de contención de vehículos".

Pese a estos fallos, el informa achaca el siniestro a un "fallo humano de conductor, apreciándose una falta de acción-reacción". Y es que el autocar "recorrió unos 520 metros sin modificar el giro de la dirección adecuado para adaptarse al tramo curvo, y manteniendo una aceleración constante". Los últimos 115 metros arrastró algunos elementos de balizamiento antes de chocar contra el pilar. Y alcanzó una velocidad de entre 90 y 100 kilómetros por hora. El conductor, Óscar L. M., está hundido por la magnitud de la tragedia. Empieza a asumir que sufrió un ataque epiléptico, tal como sostiene la Guardia Civil en un informe anterior. Tras el episodio de epilepsia que sufrió meses antes, estaba medicándose y pensaba que no volvería a repetirse. El 25 de abril declarará en Avilés asistido por su letrado, Víctor Tartiere.

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