Una gran bola de fuego explotó el pasado diciembre sobre el mar de Bering, con una fuerza equivalente a diez bombas atómicas. Sin embargo, el suceso paso casi inadvertido hasta ahora al ocurrir en una zona despoblada. Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria de la NASA, señaló que una bola de fuego tan grande solo se espera dos o tres veces cada 100 años.