Borja Joaquín Palacio, el vecino de 35 años de El Berrón que llevaba desaparecido desde la madrugada del pasado jueves, apareció muerto en la jornada de ayer. Los equipos de emergencia lo encontraron sin vida en el kilómetro 26 de la A-64, a la altura de Argüelles (Siero), junto a la nave de la empresa Iluplax. En ese punto habría perdido el control del vehículo que conducía, un BMW de color gris, saliéndose fuera de la calzada, en una zona arbolada y de difícil visibilidad. La noticia se conoció ayer pasadas las doce de la mañana, causando una gran conmoción en El Berrón y Noreña, donde era muy conocido. "Era una persona con un gran corazón", destacan sus amigos.

Palacio se desplazó hasta Gijón el pasado jueves a una fiesta de la BMW, la empresa en la que trabajaba como chapista, para la presentación de unos nuevos vehículos. Después acudió con varios compañeros hasta el local de ocio nocturno La Buena Vida y allí pasó la noche con ellos. Después, sobre las 3.30 horas, fue la última vez que sus acompañantes le vieron. Palacio se quedó un rato más solo. "Vimos las cámaras de seguridad del negocio y estaba allí solo", relata la pareja del fallecido. Después, tienen constancia de que se fue a recoger su coche, que había dejado aparcado en el parking de Fomento, a escasos metros del establecimiento hostelero. "Creemos que cogió el coche y salió a caleyar camino de casa o del trabajo, quizás se fue por el Alto de la Madera", relata su pareja, que durante dos días ha estado con la angustia de la incertidumbre y buscándole por todas partes, incluso recorriendo las zonas donde sospechaba poder encontrarle, en la misma mañana de ayer.

El viernes ni llegó a su casa ni tampoco se presentó en el trabajo. Su móvil estaba apagado y nadie tenía ninguna información. Sus familiares presentaron la correspondiente denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional en Gijón, en El Natahoyo. "Comenzaron a buscarle y pidieron una orden para localizar la señal de su móvil, pero la compañía todavía no lo había autorizado", relató su mujer a LA NUEVA ESPAÑA ayer por la mañana, apenas una hora antes de que localizasen el cuerpo sin vida. De hecho, su esposa se encontraba en ese momento buscando en coche a su pareja por la zona del Alto de la Madera.

Los peores augurios se confirmaron poco después. Sobre las 12.15 horas informó el 112 de la presencia de un vehículo accidentado fuera de la calzada en una zona arbolada de difícil visibilidad, en la salida A-64, a la altura del kilómetro 26 (Siero) en sentido Oviedo. Allí apareció el turismo del siniestrado.

Palacio era chapista, oficio que había aprendido en el taller que su padre tenía en El Berrón, localidad en la que residió toda su vida. Tenía un hijo de corta edad y su pareja está embarazada, por lo que pronto tendría un nuevo retoño.

Su fallecimiento fue lo más comentado durante la mañana en Noreña y El Berrón: "Yo lo crié. Su padre tenía el taller al lado del mío. Era muy buena persona, vivió la juventud al límite, pero tenía un gran corazón. Pasamos muchos años de conversación sobre la vida. Lo quería como al hijo que no tengo", recuerda el hostelero noreñense José Carlos Baragaño.