Las temperaturas al alza y el viento hacen que toda la región continúe en aviso extremo por incendios forestales, lo que supone la prohibición de quemas y precaución máxima en cualquier actividad que se realice en los montes. La situación no presenta cambios de cara a los próximos días, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología.

La capital de Santa Eulalia de Oscos vivió horas de tensión el martes por la noche, cuando se declaró un incendio en una zona de arbolado autóctono muy cerca de la capital. El alcalde, Marcos Niño, explicó que el fuego se extinguió en torno a la una de la madrugada del miércoles, gracias a la respuesta inicial de los vecinos y la rápida intervención de los bomberos. "El susto fue gordo porque está al lado de las casas", añadió Niño, quien calcula que quemaron aproximadamente 7.000 metros de terreno. La Brigada de Incendios Forestales (BRIF) acudió ayer a la extinción de otros fuegos, ente ellos uno en Belmonte de Mirada.

Infierno en Galicia

La ola de incendios que afecta a Galicia esta semana sumó ayer otro fuego en Ponteareas (Pontevedra). Dos de los tres incendios forestales que afectaron a la provincia de Ourense fueron extinguidos ayer, de modo que únicamente permanecía activo, aunque controlado, el de O Barco. La Consellería de Medio Rural ha informado en su cuenta oficial de Twitter de que la superficie afectada en Orense se aproxima a las 200 hectáreas.

Pero no son los únicos. El incendio que comenzó a última hora del pasado lunes en los municipios coruñeses de Dodro y Rianxo ha podido ser estabilizado tras calcinar 850 hectáreas. Los efectivos de la UME estuvieron trabajando a lo largo de la tarde para refrescar las zonas calcinadas y realizar labores de prevención.