Les costó, pero al final admitieron que habían abusado sexualmente de la mujer que cuidaba a su madre, con demencia senil. Los hermanos yerbatos Manuel y Alberto F. A., vecinos de la localidad de Suares, en Bimenes, tendrán que pagar una buena suma por realizar abusos y tocamientos. El Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo les ha condenado, a cada uno de ellos, al pago de una multa de 3.600 euros por abusos sexuales, así como una indemnización de 3.000 euros a la víctima.

La mujer que cuidaba a la madre estaba ayer dividida. Por un lado, no tenía ninguna gana de acudir a un juicio, pero por otro estaba obligada a denunciar unos hechos deleznables, según aseguró su abogada, Natalia Álvarez Montes. Y es que durante meses, los hermanos, que rondan los 60 años, la sometieron a tocamientos por todas las partes del cuerpo y aprovechaban cualquier oportunidad para frotarse y rozarse con ella. Ella les conminó a abandonar esa bochornosa actitud, pero ni caso. "Eres un imán para mí", se justificó uno de ellos. El otro le preguntaba a la mujer, molesto: "¿No sientes nada cuando te toco?".

Lo cierto es que, de celebrarse el juicio, lo hubiesen tenido bastante difícil. La acusación particular había logrado reunir varios testimonios de otras trabajadoras que, según iban a asegurar, habían sufrido un trato parecido. La acusación contaba además con el testimonio de una hermana de los acusados, una mujer que, antes de la vista, se mostraba especialmente afectada, vertiendo lágrimas incluso.

Una vez aceptada la pena modificada por la fiscal, que inicialmente solicitaba una condena de dos años de prisión, así como tres de libertad vigilada, los dos hermanos salieron del Juzgado cubiertos con su chaqueta, conscientes de la reprobación social del delito que habían reconocido. La fiscal renunció finalmente a la medida de libertad vigilada.