Intentaron introducir en Galicia un alijo de 1.828 kilos de cocaína a través de un pesquero que previamente los había recogido de otro barco en alta mar. En agosto de 2015, cuando el pesquero navegaba por la costa portuguesa, a la altura de Peniche, la Policía Nacional y la Policía Judiciaria lusa lo abordaron y abortaron una operación delictiva que se fraguaba desde un año antes. Uno de los implicados, un armador gallego, fue detenido en Asturias, y hubo reuniones preparatorias en la localidad gozoniega de Luanco. La droga hubiese alcanzado un valor en el mercado ilegal de 62 millones de euros.

Ahora, el Tribunal Supremo acaba de ratificar penas de dos a cinco años de prisión (veinte años y medio en total) para los ocho implicados, ya condenados en 2017 por la Audiencia Nacional. El alto tribunal también ratifica una multa de 50 millones de euros para cada uno, 400 millones en total.

Las primeras pesquisas tuvieron lugar en junio de 2014 sobre un grupo de "narcotransportistas" gallegos especializados en el transporte marítimo de cocaína. El grupo estaba en contacto continuo con numerosas organizaciones colombianas que ofrecían la recogida del estupefaciente en alta mar y su posterior traslado hasta las costas portuguesas y españolas. Además, tenían relación con una "oficina", ubicada en Madrid, y dirigida por dos individuos, uno de ellos en libertad a la espera de juicio por tráfico de 3.400 kilos de coca. Viajaban Colombia y Venezuela para dirigir desde allí las diferentes partidas. Finalmente, el 20 de agosto de 2015, se abordó un pesquero, de nombre "Onda Nazarena". Los agentes también se incautaron de una lancha de ocho metros y dos motores, así como de 70.000 euros.