Una confusión entre dos cadáveres llevó a incinerar por error el cuerpo de un trabajador portugués que falleció el martes por la tarde en un accidente laboral en una tala de árboles en Oia, en vez del de un vecino de Vigo. El error se detectó cuando empleados de la funeraria lusa llegaron a recoger el cuerpo y se encontraron con que ya había sido retirado por otra empresa local.