Una jueza de Tenerife ordenó, en una decisión insólita, que una perra asistiera como testigo del juicio por maltrato animal abierto contra su antiguo dueño, al que se acusa de haberla arrojado a la basura encerrada en una maleta. Durante la vista, celebrada anteayer, martes, en el Juzgado de lo penal número 1 de la capital tinerfeña, la magistrada Sandra Barrera pidió que pasara "la testigo perjudicada, la perra 'Milagros'", de raza pitbull. La fiscal de Medio Ambiente, Francisca Sánchez, aclaró que, "obviamente, la testigo no puede hablar", pero que iban a hacerlo por ella tanto la acusación pública como un médico forense, que expuso las lesiones que sufrió y las secuelas. El acusado, Sergio M. J., declaró por videoconferencia desde Sevilla, donde está encarcelado por robo.